Altagracia Suriel
El 17 de octubre se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. El propósito de esta conmemoración es promover mayor conciencia sobre la necesidad de erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países.
El fin de la pobreza es el objetivo número uno de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, que compromete a los países a cumplir 17 objetivos que ayudarán a acabar con esta vergüenza ética y moral que remueve las conciencias y hace emerger voluntades porque, si somos esencialmente humanos, frente a este drama, no podemos pasar de largo ni cruzarnos de brazos.
Hay un consenso mundial para la lucha contra la pobreza que incluye la misma voz de los pobres, también los de República Dominicana.
El fin de la pobreza es cero hambre y malnutrición. Es salud y bienestar para todos y todas. Es educación de calidad. Es agua limpia y saneamiento. Es energía asequible y no contaminante. Es trabajo decente y crecimiento económico. Es industrialización, innovación e infraestructura. Es reducción de las desigualdades.
El fin de la pobreza es la existencia de ciudades y comunidades sustentables. Es producción y consumo responsable. Es compromiso con el medio ambiente, acción por clima, preservación de la vida submarina y la de los ecosistemas terrestres.
El fin de la pobreza es la concreción de la paz y la justicia. Es la existencia de instituciones sólidas y transparentes que rindan cuentas y prevengan la corrupción. El fin de la pobreza se logrará con desarrollo sostenible fruto de una alianza basada en el compromiso y la solidaridad del Estado y de la sociedad. Una alianza que trascienda banderías políticas y mezquindades.
Que congregue al gobierno, a los empresarios, a los sindicatos, a las iglesias, a las universidades, a las organizaciones no gubernamentales, a las organizaciones comunitarias de bases, a las familias y a los individuos que las integran.
La pobreza es absolutamente derrotable. El fin de la pobreza no es un sueño ni una utopía. Trabajar juntos es el primer paso y el último para hacerlo posible.
