En las calles de Villa Consuelo la gente esperaba en filas para comprar en tiendas por departamentos. A. Calvo
SANTO DOMINGO.-La improvisación y la creatividad caracterizaron ayer la reintegración a “la nueva normalidad” de la ciudadanía y los sectores productivos, que se ven obligados a aplicar diversos mecanismos para convivir con el Covid -19.
Dicho proceso, que conlleva tener que salir de casa y exponerse al virus, ha sido asumido por algunos comerciantes y clientes con responsabilidad, mientras otros aun deben de aprender a aplicar los protocolos de distanciamiento social, higienización y uso de las mascarillas o guantes.
La gente aprovechó esta reapertura para ponerse al día y comprar repuestos de vehículos, materiales de construcción y artículos para el hogar y de uso personal. En algunos establecimientos comerciales se procedía a la reposición de mercancías.
Un ejemplo fue Adela Lebrón, de 66 años, quien se encontraba en una tienda por departamentos en Villa Consuelo adquiriendo mercancías para suplir su pequeño negocio de accesorios, ubicado en las Caobas. “Estoy contenta de poder salir y volver a trabajar, sé que de esta crisis vamos a salir”, manifestó la señora con rostro alegre mientras trataba de arreglarse su mascarilla.
Asimismo, Cristino Montero, residente en Brisas del Este, compraba un tinaco y varias libras de clavos en una ferretería de la 27 de Febrero para hacer pequeños arreglos en su casa. Cuenta que tenía más de un mes esperando la reapertura para poder hacer esas reparaciones.
“Esta era una reapertura que el pueblo necesitaba y si se aplican las medidas de prevención esto no significará un repunte de contagio del Covid-19” manifestó el hombre de 54 años mientras hacía la fila para ingresar al comercio.
Durante un recorrido de EL DÍA por las arterias comerciales se observó un alto flujo de personas, y aunque en muchos casos llevaban puestas mascarillas y hasta guantes como elementos de protección, mantener el distanciamiento físico les resultaba difícil por el limitado espacio en las aceras.
Medidas por sectores
El uso de cintas métricas, sogas, cadenas y pinturas eran algunos de los utensilios utilizados para mantener el distanciamiento social entre los clientes y empleados de distintos sectores productivos.
En sectores como comercios, tiendas por departamentos, ferreterías, electrodomésticos e industrias se ha creado un protocolo en el que el control de las aglomeraciones y desinfección de las manos de los clientes han sido determinantes.
Tal es el caso de Danny Beato, administrador de la Ferretería Beato, quien expresó que han iniciado desde cero con empleados viejos al señalar que sabiendo la necesidad de la reinserción laboral responsable invirtió cerca de 150 mil pesos para adquirir máscaras protectoras de rostro, medidor de temperatura, y colocación de lavamanos.
Asimismo, explica Darly Castillo, empleada de una tienda de electrodomésticos, la entrada a los comercios está controlada y es obligatorio desinfectarse las manos antes de ingresar, mientras que los empleados con máscaras protectoras indican hasta qué punto pueden colocarse a observar las mercancías evitando contacto.
Los usuarios del Metro lucían algo desorientados
Transporte. Aunque el sistema de transporte Metro de Santo Domingo y Teleférico se reiniciaron con medidas de prevención como desinfección de zapatos y manos, señalización en los asientos, distancia de un metro en el área de espera y dentro de los vagones, aun la ciudadanía no está orientada sobre la cultura a adoptar dentro de los mismos.
El director ejecutivo de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte Manuel Antonio Saleta, García, expresó que espera que la ciudadanía haya aprendido sobre el distanciamiento social al señalar que el uso de este medio de transporte en la actualidad solo representa el 25%.