Gozoso aún por la espectacular e inédita medalla de plata obtenida por la gimnasta Yamilet Peña. ¡Tan bella ella!
Un galardón parido “doblemente” por las entrañas de República Dominicana, tratándose de una atleta criolla de pura cepa.
Y aprovecho para informar -o recordar- que las medallas de plata otorgadas en los XVII Juegos Panamericanos Toronto 2015 son de materia prima proveniente de Pueblo Viejo, Cotuí, a través de la empresa canadiense Barrick Gold Corporation, según reveló la Casa Real de la Moneda de Canadá, entidad encargada de suministrar las 4,283 medallas que se entregan en la justa.
Las preseas de oro son de metal canadiense (Ontario) y las de bronce de material chileno (Zaldívar).
Cada medalla, sin importar el color, está grabada en tres idiomas (español, inglés, francés), incluyendo el sistema braille (para no videntes) y promueve la hermandad de todas las regiones americanas a través del deporte.
¡Unidos Jugamos! Mientras, los aguerridos atletas dominicanos siguen en Toronto fajados detrás de otros metales, pero recuerden que toda la plata que llegue al país primero fue de nosotros mismos.
¿Eso es bueno o es malo?