SANTO DOMINGO.-Cada año cientos de artículos son dedicados a crear conciencia y sensibilización sobre el cáncer, sobre todo el de mama, y no menos importante es educar a la población sobre el cuidado de la piel y el cabello en un paciente oncológico, un tema muy sensible, pero a la vez vital, para quienes padecen de esta enfermedad.
Para arrojar luz sobre el manejo y las técnicas que se emplean, la médico estético y experta en medicina estética oncológica, Sheila Mota, destaca que no existen como tal, técnicas específicas para la regeneración de la piel o el cabello después de la quimioterapia o la radioterapia, aclarando que sí existe la dermocosmética adaptada para el paciente oncológico con principios activos como la melatonina o los factores de crecimiento que ayudan a regenerar la piel después de una radiodermitis provocada por la radioterapia, o de la xerosis (resequedad extrema de la piel) y otras afecciones, que pueden provocar las terapias antineoplásicas, como la quimioterapia, la inmunoterapia y las terapias dirigidas.
Regenerar la piel
“Existen técnicas de medicina estética que se pueden emplear para ayudar a regenerar la piel más rápido, pero sus aplicaciones dependen de la situación del paciente; sería necesario evaluar e individualizar cada caso.
En relación a la alopecia (caída del cabello) inducida por quimioterapia, se pueden emplear algunas de las técnicas que se utilizan para tratar las distintas alopecias, como la mesoterapia capilar con vitaminas o con factores de crecimiento, así como también el uso continuado de tratamiento domiciliario como champús que promuevan el crecimiento capilar, lociones capilares a base de nanoxidil y de vitaminas, entre otros”, apunta l galena.
La doctora, quien además es la presidenta de la Asociación Dominicana de Medicina Estética, Láser Dermoestético y Longevidad (Adomell), refiere que existen, además, productos o tratamientos estéticos que se pueden utilizar para reducir la caída del cabello durante el tratamiento, pero estos, lamentablemente, no están disponibles en todos los centros oncológicos.
“El gorro frío o casco refrigerante, que es un dispositivo médico que se coloca en la cabeza de los pacientes en el momento en el que se está administrando la quimioterapia, refrigera a bajas temperaturas el cuero cabelludo, provocando una vasoconstricción de la zona, disminuyendo así, la cantidad de fármacos que llega al cuero cabelludo, permitiendo que la alopecia inducida por quimioterapia disminuya hasta en un 70 %, por lo que el paciente conservaría entre el 60 y 70 % de su cabello.
Durante las terapias se pueden recomendar champús especiales para el cuero cabelludo sensible, pero no hay tratamientos para frenar la caída.
En cuanto a los cuidados especiales que debe tener un paciente con su piel durante la quimioterapia o la radioterapia, la doctora Sheila Mota deja claro que el paciente debe tener un cuidado especial y continuo, ya que las terapias antineoplásicas provocan muchos efectos adversos, o esperados en la piel y las faneras (uñas, pelo, cejas.)
Distintas terapias
— Después tratamiento
¿Qué se puede hacer para recuperar la vitalidad de la piel y cabello de manera segura? Asegura que se pueden realizar distintas terapias dentro de la medicina estética, pero es importante acudir a manos expertas, médicos que sepan tratar la piel.