La adolescencia es un periodo de desarrollo biológico, psicosexual y social transitorio entre la niñez y la adultez. Aunque algunos no lo creen, la vida de un adolescente es complicada y difícil porque están en proceso de adaptación.
Tres etapas en la adolescencia: temprana (11 a 14 años), mediana (14 a17) y tardía (18 a 21). En cada una de ellas existen grandes cambios físicos, emocionales, intelectuales, sociales y sexuales que determinan entre otras cosas, su accionar en su vida privada, familiar y social.
Cada etapa tiene características específicas en cuanto a desarrollo físico y emocional siendo este progresivo, en el cual gradualmente se va formando la identidad.
Todo lo dicho anteriormente es para entender que todos esos cambios provocan en estas personas adolescentes mucha ansiedad y estrés, que los padres y personas encargadas de ellos tienen que estar enterados para ayudarlos a transitar este tiempo de sus vidas en las mejores condiciones. Pasan por una serie de cambios puberales, pasan del pensamiento concreto al pensamiento abstracto, se alcanza el desarrollo cognitivo, luego el desarrollo moral.
Sin embargo, no se alcanza el desarrollo completo de los mecanismos neurofisiológicos de una parte del cerebro donde radican los procesos de toma de decisiones y la adecuación del comportamiento social.
Por lo escrito anteriormente, las personas adolescentes están expuestas a conductas de riesgo: accidentes, delincuencia, conductas sexuales que pueden conducir a embarazos o infecciones de transmisión sexual, problemas familiares y escolares. Las personas adolescentes deben ser guiadas por adultos conscientes y responsables.