Lo que está a la vista no necesita espejuelos, reza un conocido refrán, destacando que hay situaciones y hechos que no se pueden desmentir cuando se tienen las pruebas en las manos.
Algo parecido ocurre con algunas situaciones en la confusa selva de la política dominicana, donde hay cosas que se ven a leguas, pero son desmentidas con una desfachatez tal que lo único que produce es irritación, porque se creen que los demás son ciegos y sordos, que no ven lo que sucede.
Un ejempo de esto es el desmentido permanente que desde el pasado año mantiene el Comisionado de Grandes Ligas Rob Manfred, al empeñarse con “uñas y dientes” a negar (ante la percepción casi generalizada) que las pelotas que se han utilizado en las últimas dos temporadas están confeccionadas para que se produzcan más cuadrangulares.
Y en esta campaña, faltando unos 15 partidos para concluir la etapa regular, se rompió el récord implantado en 2017, que fue de 6,105.
Correspondió al dominicano de los Orioles, Jonathan Villar, con su número 21 del año, establecer la nueva marca de 6,106, sobre un lanzamiento del relevista Caleb Ferguson de los Dodgers.
La MLB entendía que si se bateaban más jonrones se incrementaría la asistencia a los estadios, pero esto no ha ocurrido, al contrario, ha tenido que admitir una baja considerable.
Nadie es idiota para no saber que la pelota corre hoy más que nunca, situación que alegra sobremanera a todos los “alita corta”, que hoy están disparando jonrones, como nunca imaginaron.
Es muy probable que en la próxima temporada cambie el panorama actual, pero estén seguros que la pelota vuela, vuela y vuela. ¡Increíble!