La pelota se va… se va… y se fue

La pelota se va… se va… y se fue

La pelota se va… se va… y se fue

Rafael Molina Morillo, director de El Día

Después del mandarín, el español o castellano es el idioma más hablado del mundo. Sin embargo, la lengua por excelencia para ser utilizada oficialmente entre Estados, instituciones o personas de diferentes idiomas es el inglés, que podría llamarse “el latín de los tiempos modernos”.

No obstante, el castellano es, entre todos, el más mimado y al mismo tiempo el más vigilado y reglamentado para evitar que se convierta en una torre de Babel por ser hablado y escrito en tantos países repartidos a lo ancho y largo del planeta.

La Real Academia Española es una especie de Suprema Corte o de Tribunal Constitucional en materia del idioma que hablamos, porque tiene la última palabra sobre lo que es correcto y lo que es incorrecto gramaticalmente. Cada cierto tiempo publica un diccionario oficial que “decreta” cuáles términos son válidos y cuáles no.

En octubre de este año saldrá a la luz pública la edición número 23 de dicho diccionario, con muchas novedades interesantes, entre las cuales se consagra como parte del idioma de Cervantes la palabra “jonrón”, empleada para definir un batazo de cuatro bases en el juego de pelota.

Supongo que los sabios del idioma habrán incluido también como buenos los vocablos hit, tubey, tribey, dedbol y otras por el estilo. De ese modo los narradores deportivos podrán vanagloriarse, sin mentir, de hablar correctamente.
Y de paso, con esa medida, la Real Academia Española ha botado la pelota por los 411.



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