Jesús Díaz
El ministro Administrativo de la Presidencia y miembro del comité político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) José Ramón Peralta, ha dado a conocer una encuesta en la que según sus datos su partido ha recuperado terreno ‘’perdido’’ y que su candidato Gonzalo Castillo encabeza la simpatía del electorado dominicano de cara a las elecciones del 5 de julio.
Para el señor Peralta las acciones de dádivas de su partido y candidato presidencial, que van desde salami, gas propano, pan y guineos, es lo que ha logrado que ‘’el pueblo recupere el cariño que siempre tuvo por el @PLDenlinea, el partido que más ha hecho por él en los últimos años. Por eso, hoy puedo decirles que “la pava ya no pone donde puso durante algunos meses”. La simpatía ha regresado a la casa del PLD”.
José Ramón, haciendo uso de una ruralidad declara orondo que las cosas no seguirán pasando como pasaban. Y como diría en algunos de sus escritos el historiador y ex secretario de la Fuerzas Armadas José Miguel Soto Jiménez ‘’del ingenio popular, el doble sentido en su interpretación, en vez de confundir enriquece’’.
Si hacemos una comparación en materia política entre lo dicho y hecho, debemos iniciar explicando de donde viene la famosa frase ‘’ La pava no pone ‘onde ponía’’.
Relata el historiador Rafael Chaljub Mejía que Abraham Morel un hombre de mediana estatura, vestía habitualmente de amarillo caki, un hombre amigo del buen humor con un hablar lleno de refranes y sentencias, éste procedía de Ceyba de Hostos, provincia Duarte.
Al paso del tiempo, el hombre y su familia se trasladaron a la vecina sección de Los Jengibres y allí Abraham empezó a hacer saber que se había inaugurado una nueva era, desde el momento en que por gestiones suyas fue nombrado Alcalde Pedáneo. Bueno, señores, ‘’ya la pava no pone ‘onde ponía’’, repetía con frecuencia. La gente le apodó La Pava. Hasta que un día uno de sus rivales del lugar lo denunció por algo que en tiempos de Trujillo era muy perseguido.
Lo mandaron a buscar preso y allí ‘’La Pava quedó desanidada’’. Nunca pensó que alguna vez la imaginación poética de un acordeonista campesino como Bolo Henríquez lo convertiría en celebridad del merengue típico. Ese merengue se mantuvo en las manos discretas de la tradición oral. Después de morir su autor, Tatico Henríquez lo grabaría.
Pero en el caso que nos compete, a modo de comparación, el refrán también sugiere la justicia, que presupone el cambio, “porque ya la pava no pone a donde ponía” y lo que viene ahora será más conveniente.
Sin buscarle la “quinta pata al gato”, el aforismo es variación, revolución. Un cambio en el “status quo”, donde la alusión de la “postura de la pava” no es más que un pretexto para explicarlo de la forma más simple. Cambio de estado de cosas, en lo político, social, económico y cultural.
Ojala y la comparación refranera de Peralta afecte al sujeto en cuestión y ésta devengan en situaciones que deriven en un verdadero cambio.
