Estamos casi en el ocaso de la celebración del Mes de la Patria y previo al festejo de la fecha más hermosa que originó la misma ¨El Día de nuestra Independencia¨, donde con agradecimiento a Dios y a nuestros próceres y con ellos a un sin números de héroes conocidos y muchos otros anónimos, podemos con orgullo afirmar que tenemos Patria y se llama República Dominicana.
Agradecimiento a Dios porque definitivamente nada es posible sin Él, teniendo la certeza de que fue precisamente Él quien inclinó el corazón de esos hombres valientes a independizarnos del opresor, hombres que fueron capaces de dar fortuna, tranquilidad, familia y hasta la vida por un ideal que luego se convirtió en Patria.
No se pudo dar un trinomio más perfecto, dando por resultado el glorioso ¨Grito de Independencia: Un ideólogo (Juan Pablo Duarte), un militar de arraigo y valentía (Matías Ramón Mella) y un diestro político y activista con liderazgo (Francisco del Rosario Sánchez).
Ellos y los que les acompañaron en ese histórico momento coincidían en muchos aspectos: conocían la importancia de tener un ideal, honor, amor por su territorio, su cultura, sus costumbres y su gente.
Cuando a través de la historia me remonto a ese gran momento del trabucazo de Mella, no tengo más que inclinarme ante nuestros próceres confirmando que si hay un ideal todo fluye. No fue un obstáculo que Duarte no estuviera presente, Sánchez tomo el liderazgo revolucionario manteniendo el contacto con éste y elegido por los Trinitarios como ¨Comandante en Armas¨ procedió en consecuencia y después de escuchar el trabucazo del valiente Mella izó la bandera dominicana vociferando el lema ¨Dios, Patria y Libertad¨, quedando fundada desde ese momento nuestra muy amada República Dominicana y en consecuencia nuestra separación de Haití.
Este 27 de febrero celebraremos el 171 aniversario de nuestra independencia y es momento propicio para recordar que es nuestra responsabilidad como ciudadanos dominicanos emular el legado de honor, valentía, arraigo por todo lo que representa esta media Isla y el ideal de nuestros ¨Padres de la Patria¨ y defendamos en las pequeñas y grandes cosas nuestra dominicanidad.
Siempre he pensado que para prevenir los malos eventos en el futuro solo tenemos que volcarnos a la historia y entonces conoceremos de lo que debemos cuidarnos para no retroceder y perder lo que con tanto sacrificio y sangre hemos alcanzado.
Solo quiero dejar en el tintero que nadie puede defender nuestra soberanía más que nosotros mismos que somos dominicanos y esto lo hacemos superando la ignorancia, educándonos, conociendo nuestra historia y las causas que motivaron los eventos para exigir que no se repitan y es que el tiempo apremia y mañana puede ser demasiado tarde.