Ginebra.- La Organización de Naciones Unidas instó a Estados Unidos a frenar de inmediato su controvertida práctica de separar a los niños inmigrantes centroamericanos de sus padres detenidos después que cruzan la frontera ilegalmente desde México.
«Estamos profundamente preocupados por el hecho de que la política de tolerancia cero recientemente en vigor en la frontera sur de Estados Unidos hizo que las personas atrapadas cuando ingresan de manera irregular al país sean procesadas y que sus hijos -incluso los muy jóvenes- les sean retirados», declaró una portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, en una conferencia de prensa.
«Estados Unidos tiene que terminar inmediatamente con esta práctica», declaró Shamdasani y agregó que separar familias y detener menores de edad representa una «violación grave de los derechos del niño».
Shamdasani recordó que Estados Unidos sigue siendo el único país en el mundo en no haber ratificado la Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de los niños. La portavoz insistió que «los niños nunca deberían ser detenidos debido a razones vinculadas a su estatuto migratorio o al de sus padres».
Centenares de niños separados de sus padres
Varios centenares de niños fueron separados de sus padres en la frontera desde octubre, incluso un niño de un año, dijo, citando informaciones de grupos de la sociedad civil estadounidense.
Para frenar este flujo, el ministro de Justicia estadounidense, Jeff Sessions, anunció el 7 de mayo una nueva «tolerancia cero» para los clandestinos, que serán sistemáticamente inculpados por entrada ilegal al país, incluso antes de poder presentar una solicitud de asilo.
«Si usted hace pasar (ilegalmente) a un niño, nosotros lo procesaremos. Y ese niño será separado de usted, como lo requiere la ley», había declarado el ministro al respecto.
Esta medida apunta en particular a ciudadanos de países de América Central que presentan solicitudes de asilo a causa de un «miedo creíble» por el respeto de sus vidas.
La mayoría de los candidatos provienen de Guatemala, El Salvador y Honduras, tres países engangrenados por la violencia de grupos criminales.
Shamdasani subrayó que «los niños nunca deberían ser detenidos por motivos vinculados a sus estatuto migratorio o al de sus padres».
«Solicitamos a las autoridades estadounidenses adoptar alternativas no privativas de libertad que permitan a los niños permanecer con sus familias», concluyó la portavoz.
En su defensa, Donald Trump responsabilizó a la administración demócrata de su antecesor Barack Obama por estas medidas de detención. En efecto, la ley ya estaba en vigor en la época de Obama, pero muy raramente se aplicaba.