La obediencia a Dios es la clave

La obediencia a Dios es la clave

La obediencia a Dios es la clave

Mayra de Peña

Reflexionando en torno a la mejor manera de mostrar nuestro agradecimiento a Dios por lo recibido, por lo bueno ante nuestros ojos y no tan bueno, pero sobre todo por el inmensurable privilegio de ser sus hijos,  he sido ilustrada en torno a cómo agradecerle.

Cuando pienso en la Omnisciencia de Dios, en su Omnipresencia y Omnipotencia puedo entender el salmo 139 y su contenido y deteniéndome en torno a los primeros versículos, cuando dice: ¨Oh Jehová, tú me has examinado y conocido, tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos, pues aún no está la palabra en mi lengua Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste Y sobre mí pusiste tu mano. ¿Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí¨, me confirma estos atributos del creador y Padre de todos nosotros.

Muchas veces cuando me encuentro en lugares públicos y veo pasar infinidad de personas mis pensamientos corren a este Salmo, en relación a que efectivamente cada vida tiene un mundo diferente y medito en torno a cuantos pensamientos aquilata una persona en toda su trayectoria; de inmediato mi alma se llena de gozo al pensar que mi  Dios tiene conocimiento de cada uno de ellos….cuán grande es Dios y cuan maravillosa es su obra perfecta.

Hay una porción en la biblia en Proverbios cap.2 que nos habla acerca de que el Señor  pesa los corazones y en Daniel 5:27 nos habla de lo mismo, Dios pesa en la balanza con medida justa…wao, esa parte me encanta,  porque nada escapa a su conocimiento…no hay de otra… El todo lo sabe, no podemos engañarnos, lo que nos insta a darle a él lo que precisamente ha catalogado como la mejor de las adoraciones…»La obediencia a sus preceptos».

Hoy estamos experimentando los resultados de no obedecerle, lo estamos sintiendo en los pequeños y grandes detalles en todos los órdenes de nuestras vidas, familias,  sociedad y nación, y de seguir como vamos, llamándole a lo malo, bueno y viceversa, queriendo adaptar lo que nos dice el Señor en las escrituras a nuestra conveniencia. El nos dará el peso justo a nuestras actuaciones.

El Señor es un Dios de orden y nos legó sus mandamientos,  que al analizarlo todos tienen un contenido de dependencia, sin el primero es imposible acatar los demás y la falla en cualquiera de ellos invalida nuestro propósito de adorarle como sólo él merece.

No demos muchas vueltas para buscar una y mil formas de adorarle y agradarle….la obediencia es nuestra carta de presentación ante él…todo lo demás viene por añadidura y ojo con eso, no es asunto de negociar, la clave  estriba en acatar sus preceptos.



Mayra De Peña

Lic. en Contabilidad, egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), graduada de Periodista, en el Instituto Dominicano de Periodismo (IDP). Locutora, con un Diplomado en Comercio Exterior, y Diplomado en Política Estratégica. He desempeñado diversas funciones dentro del sector Privado y Gubernamental. Hija de Dios y amante de la naturaleza. Creo en vivir a plenitud de manera equilibrada y en lo significativo de quererse y valorarse como individuo. Soy una feliz madre de tres hermosas hijas, creo en el matrimonio, en la institución familiar y en la importancia de predicar con el ejemplo. Amo escribir y con ello transmitir mi sentir y sobre todo tengo en alto estima alimentar el espíritu, pues de él mana la vida.