La tormenta tropical Isaías, que se está acercando a la costa este de Florida tras pasar por las Bahamas y el Caribe, hace difícil un regreso a tierra más cerca de Cabo Cañaveral, de donde partió la Dragon Endeavour a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX.
La NASA y SpaceX están siguiendo de cerca los pronósticos meteorológicos de cara a la zambullida de la cápsula en el mar.
Pensacola es el primer puerto escogido para remolcar la nave pero hay otras opciones sobre la mesa.
‘Si hubiera un cambio en el clima en las próximas horas todavía podríamos mantener a Behnken y Hurley en la órbita terrestre. Tienen suficientes suministros a bordo para permanecer en el interior un par de días’, dijo una portavoz de la NASA, Leah Cheshier.
Eso daría tiempo para que el clima mejore o para buscar otro lugar para la zambullida de la cápsula.
Behnken y Hurley, que han dormido ocho de las 19 horas que toma el regreso a la Tierra desde la EEI, fueron despertados desde el centro de control con una grabación de audio de los hijos de ambos, según un comunicado de la NASA.
En total estuvieron 62 días a bordo de la EEI, durante los cuales dieron 1.024 vueltas a la Tierra, dedicaron 114 horas a la investigación y vieron llegar y salir de la estación espacial a varios vehículos espaciales, según informó la NASA.
Behnken participó en cuatro caminatas espaciales con otro astronauta de la NASA, Chris Cassidy, que se encontraba en la EEI cuando ellos llegaron.
Si el viaje de ida fue histórico, el de regreso también, pues será la primera vez en 45 años que la gente pueda contemplar el amerizaje de una nave espacial.
La última vez fue el 21 de julio de 1975, cuando la tripulación de una misión Apollo-Soyuz cayó al océano Pacífico, cerca de Hawai.
En 2014 la NASA otorgó a Boeing y a SpaceX contratos por un total de 6.800 millones de dólares para desarrollar el programa comercial de transporte espacial y dejar de depender de la nave rusa Soyuz que ponía en órbita a los astronautas de la agencia estadounidense desde que está canceló su programa de transbordadores en 2011.