Roma.- El directivo de la NASA Garik Gutman instó hoy en Roma a superar las “dificultades políticas” para ampliar la cooperación con China y otros países en el acceso a los datos obtenidos con los satélites en el espacio.
En una charla en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el director del programa de la agencia espacial estadounidense dedicado a la cubierta terrestre y el cambio en el uso del terreno consideró que “el futuro pasa por la fusión de datos».
Sin embargo, citó las “dificultades políticas” que están teniendo para compartir los datos de países como China y, en menor medida, la India.
La ausencia de cooperación en este ámbito entre Washington y Pekín viene marcada desde 2011 por la prohibición legal estadounidense a que la NASA coopere con China por las sospechas de espionaje y por motivos de seguridad nacional.
“Algunos países quieren colaborar y otros no”, sostuvo Gutman, que insistió en que el programa que dirige solo se ocupa de conseguir información, entendiéndola como un “bien público”, y no tiene “otro objetivo que intentar ayudar a los que toman las decisiones” en todo el mundo.
Recordó que los datos de los satélites estadounidenses Landsat, puestos en órbita para observar en alta resolución la superficie terrestre, está accesibles para el público sin coste (antes de 2008, cuando se decidió abrir sus archivos, tenían un coste muy elevado), lo que ha permitido multiplicar su uso en numerosos proyectos internacionales.
Otro de los problemas que la NASA está intentando resolver es la falta de compatibilidad entre los distintos instrumentos de medición para evitar errores, ya que los datos pueden llegar en forma de resoluciones ópticas, infrarrojos termales o microondas.
El científico también citó la importancia de las observaciones en el lugar y las campañas sobre el terreno para el análisis integrado de los datos.
Afirmó que comparten información a nivel regional y con gobiernos locales, al tiempo que han incluido en los equipos a investigadores sociales que estudien el factor humano, que suele ser “parte del problema».
El programa de la NASA sobre el cambio en el uso del terreno comprende cada año alrededor de 40 proyectos en los que más de 200 expertos investigan cuestiones como los cambios en el ciclo del carbono o en el uso del agua y la energía.
También está asociado con universidades y otros centros como el Servicio Geológico de Estados Unidos para analizar la superficie forestal, las capas del suelo o el impacto de la agricultura y la urbanización sobre los recursos naturales.
Entre las iniciativas regionales con las que colabora, Gutman destacó una enfocada al norte de Europa y Asia que llevó a estudiar casos como el impacto en la biodiversidad del Este de Europa tras el colapso de la Unión Soviética y el “desastre del ecosistema” en el mar de Aral, que fue secado y contaminado.
Asimismo, mencionó la investigación en el sur de Asia con datos satelitales sobre los efectos ambientales del rápido desarrollo económico, el comercio transfronterizo y el crecimiento de las ciudades en esa parte del mundo.