La mujer en la investigación
Para alcanzar el objetivo de desarrollo sostenible de igualdad de género es prioritario asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades en todos los niveles.
Concretar la igualdad de género como premisa para el desarrollo implica también superar las barreras de género en la participación de la mujer en ámbito científico.
Si partimos de la realidad que expresan las estadísticas, el mundo de la investigación no escapa al sexismo, a la marginación y a la discriminación contra la mujer expresada en obstáculos que impiden la igualdad en ese campo.
A nivel mundial, la participación de la mujer en el campo de la investigación científica llega al 30 % (UNESCO). En el nivel regional, sólo un 44 % de los investigadores son mujeres, dato que contrasta con el 58 % de mujeres que finaliza estudios de grados. Es decir, hay más mujeres estudiando, pero eso no significa que el género femenino esté aportando más a la ciencia y al desarrollo en el campo de la investigación (OEI).
En el ámbito nacional los proyecto de investigación auspiciados por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en los últimos años, sólo 96 son lidereados por mujeres, frente a un 139 que son encabezados por hombres.
Entre las barreras que encuentran las mujeres en la investigación están la desigualdad estructural en la carrera científica y la dificultad de conciliación familiar, sobre todo por la maternidad y la carga de cuidados que pesa sobre las mujeres.
Un signo de esperanza en la igualdad de género son las investigaciones en ciencias sociales financiadas por el FONDOCIT con 23 mujeres jefas de proyecto frente a 20 hombres.
Urge trabajar a nivel educacional para romper estereotipos y prácticas que a nivel histórico frenan el avance de la mujer. También hay que difundir a todos los niveles los mecanismos de financiamientos de proyectos de investigación, de forma que logren mayor acceso de la mujer.
Las sociedades que avanzan son las que apuestan por la incidencia de la mujer en todas las esferas de la vida humana, porque han comprendido que sin igualdad no hay progreso.
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