En 2016 la participación del agua potable y el saneamiento en la económia fue de 234.07 millones de dólares, según un informe del Mepyd. Archivo.
SANTO DOMINGO.-El 49 % del agua potable del Distrito Nacional y el Gran Santo Domingo se desperdicia por déficit en las redes y filtraciones en los embalses del líquido.
Esa pérdida total se divide en un 31 % que es desperdiciada en los hogares y el 18 % en las redes de distribución (tuberías) y tanques de almacenamiento.
La asignación de ese recurso para consumo (agua potable) es de 7.6 %, según el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
Producción
En el Gran Santo Domingo se producen 420 millones de galones de agua por día, de acuerdo a estadísticas de la Corporación de Acueductos de Santo Domingo (CAASD).
Con esa agua se suple la demanda de 289 millones de galones, lo que indica que se producen 120 millones de galones por encima de la demanda. Pero esa agua no se queda como reserva, sino que es utilizada para abastecer el déficit generado por el uso irresponsable, dijo el director de Compras de la CAASD, Abelardo Díaz.
Reveló que la mayor cantidad que se pierde se va al mar, ya que existen cerca de 178 mil cisternas. De estas el 98 % presentan deficiencia en su construcción, lo que provoca fugas del líquido que no son percibidas por los usuarios.
“Esas fugas se infiltran en el subsuelo que regularmente está formado por rocas calizas, lo que no deja que el agua aflore y se va directa al mar”, indicó el experto.
Manifestó que esa es la principal causa de pérdida de agua potable en el Gran Santo Domingo.
Evasión de pago
Pese a que el precio de venta del agua a la población por la CAASD no excede los seis pesos el metro cúbico, la cultura de pago por ese servicio es débil, aseguró a EL DÍA la encargada de Medición de Consumo de la CAASD, Mildred Sanz.
Dijo que de los 3,644,800 beneficiarios, incluyendo la población flotante, (quienes visitan la provincia de otros pueblos), solo 374 mil pagan por el servicio. A esta cifra también se le agregan los que tienen conexiones clandestinas.
“En los sectores marginados, pese a que están registrados en la CAASD ,no pagan el servicio”, señaló la funcionaria.
Costo de producción
El suministro del agua a la población es un bien subsidiado en gran parte por el Estado dominicano.
De este servicio la CAASD solo recauda RD$1,176 millones cada año, de los cuales 1,000 millones deben ser destinados para el pago de energía eléctrica que requiere el tratamiento del fluido.
Esto sin contabilizar el costo de los productos químicos que deben ser importados en su mayoría, indicó Abelardo Díaz.
Cada metro cúbico de agua tiene un costo de producción para el Estado de 40 pesos. Esa cantidad se traduce en 2,000 botellitas de agua, o lo que es igual, a 53 botellones de cinco galones. También equivale a cinco tanques de almacenamiento.
Retos y medidas
Para contrarrestar la perdida de agua en las tuberías, la institución asignará 35 brigadistas en toda la ciudad para reparar las fugas.
Además, instalará 100 mil medidores en las cisternas, en adición a las 118 ya existentes.
“Este es un servicio sumamente costoso mantenerlo, se contamina fácilmente y tiene un tiempo de vida, por tanto debe ser valorado por los dominicanos”, enfatizó Díaz.
Llamó a la ciudadanía a mejorar sus hábitos y costumbres de consumo de agua, para garantizar una mejor distribución y aprovechar el recurso.
Informe foro agua
— Acueductos
El abastecimiento de agua potable resulta vulnerable, porque 36 % de los tanques de almacenamiento son operados por empresas públicas, 64 % por organizaciones comunitarias, ONG y juntas de vecinos que no son especializados.
El 40 % se pierde antes de ser consumida
Oportunidades. A pesar de que América Latina cuenta con la tercera parte del agua dulce del planeta y una dotación per cápita de 22, 929 metros cúbicos por persona al año, casi un 300 % por encima de la media global, presenta desigualdad en la distribución del recurso.
Según el Banco de Desarrollo de América Latina, el 40 % del agua potable se pierde antes de llegar al consumidor por falta de de infraestructura de calidad. Se calcula que la inversión en este sector en la región para cubrir la demanda de infraestructura hídrica requiere 0,3 % del PIB hasta 2030.
Esto es necesario, ya que la región tiene zonas secas en las que el 80 % de la lluvia se concentra en pocos meses del año. De modo que la inversión sugerida garantizaría el abastecimiento de agua para la población durante el tiempo de sequía.