Este camión destartalado y soltando los pedazos circula en vías del país. josé miguel de la rosa
Santo Domingo.-En República Dominicana el 90 % del parque vehicular tiene más de cinco años, algo que no suena extraño, para nada, si se toma en cuenta que en el país todavía circulan vehículos fabricados en los ochenta y noventa.
Lo que llama la atención es que el 50 % de las unidades exceden los 20 años de fabricación, según lo indica el estudio “Evolución del Mercado de Vehículos en la República Dominicana y sus Aportes a la Economía Nacional Período 2014-2022”, de la Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (Acofave).
Aunque a simple vista cuando se transita por las principales avenidas del Distrito Nacional, Santo Domingo, Santiago y otras ciudades, se observan vehículos de alta gama que dan la idea de que el país está lleno de autos nuevos, pero la realidad es distinta, porque las estadística demuestran que en República Dominicana tenemos un parque vehicular bastante obsoleto.
Nadie inspecciona
A pesar de que la mitad de los vehículos que circulan en el país pasan de 20 años, la inspección técnica de los mismos es inexistente.
Hace años que las autoridades dejaron de pasar revista a los vehículos, lo que también va de la mano con el récord mundial de más muertes por accidentes de tránsito, ya que ante la falta de supervisión, los vehículos circulan con los únicos requisitos de que enciendan y puedan moverse sobre sus ruedas, sin importar que estén lisas como vejigas.
Para los miembros de Acofave la inspección técnico vehicular es una prioridad, ya que este proceso está contemplado en la ley del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), y que debe realizarse mediante alianza público privada.
Sin importar las condiciones, en el país los vehículo circulan sin ningún impedimento.
“Entendemos que la aplicación de este procedimiento, que ya tiene su norma desde hace varios años, sería el primer paso. Esto contempla que a cada vehículo que se importe se le haga una inspección técnica para validar que esté en condiciones para circular por las vías del país”, explicó Ynés González, presidente de Acofave.
La inspección es urgente
Precisa que esa inspección es urgente porque permitirá validar que los vehículos estén en la mejor condición posible, y aboga porque se comience a regularizar a todos los exportadores de vehículos mediante el decreto 420-23, para que todos estén formalizados y cumplan con el respeto a los derechos del consumidor.
Entran y no salen
Cada año ingresan cientos de unidades al parque vehicular a través de las diferentes ferias de vehículos nuevos y usados que se realizan varias veces en el año, sin embargo, la proporción de ingreso y salida no van en la misma proporción.
Esto se debe en parte a que cuando alguien cambia un automóvil por viejo, el mismo no deja de circular porque es adquirido por otra persona que por primera vez puede comprar un carro, y para esta es, desde luego, como nuevo.
Los conductores del transporte público parecen estar exentos de cumplir la Ley de Tránsito.
Registro de la DGII
De acuerdo a la Dirección General de Impuestos Interno (DGII), los automóviles registrados ascienden a 1,085,675 unidades, de los que apenas el 0.1% es de fabricación 2023, el 0.2 % se fabricó en 2022, mientras que el 49.7 % corresponde al periodo 2001-2021 y el restante 50.0 % el más reciente fue fabricado en el año 2000.
Aunque hay muchas yipetas nuevas, unas 621,291 registradas en la DGII, solo el 0.8 % corresponde al año 2023; el 2.3 % al 2022 y el 81.8 % corresponde al periodo 2001-2021 y el restante 15.0 % es de fabricación 2000 y años anteriores.
Los vehículos de carga registrados al 2022 ascendieron a 497,352. Los que corresponden al año 2023 representan el 1.0 %; el 2.4 % a 2022; el 46.0 % al período 2001-2021 y el restante 50.6 % fueron año fabricados en el 2000 y años anteriores.
Condición
—1— Incendios
Con frecuencia se incendian vehículos en las calles del país, lo que en algunos casos se atribuye a falta de revisión.
—2— Mal estado
Otros se dañan en plena vía por mal estado.
*Por José Miguel de la Rosa/ D. Acosta/ D. Bonilla
