El estigma de la mujer que lo sufre puede afectar de tal manera que ni siquiera lo consulten con su médico.
Es una patología de la que hay más datos recogidos en libros de historia que en los de medicina, según asegura a EFEsalud el catedrático de ginecología de la Universidad de Granada y miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), Nicolás Mendoza. Y es que la menstruación vicaria es un fenómeno sobre “el que la medicina no ha dado aún una explicación muy convincente”.
En este sentido, es una afección que está citada a lo largo de la historia porque estaba vinculada con conceptos religiosos de supersticiones, descritos en algunos casos como leyendas y relatos históricos.
¿En qué consiste la menstruación vicaria?
“Es una menstruación, porque estamos hablando de sangrado menstrual fuera del útero. La mujer menstrua por el útero pero además por otra partes”, incide el ginecólogo, quien apunta que lo más habitual en estos casos es el sangrado lagrimal. También por el sudor, pero es aún más extraño.
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También se ha descrito por el oído, la nariz y el ano, pero “muchas veces son sangrados de otro origen”, sobre todo los dos últimos.
Partiendo de la base de que hay muy poca literatura científica al respecto, el porqué se produce la menstruación vicaria hoy en día no está claro. Todos los casos clínicos publicados proceden de India y Estados Unidos.
¿Por qué?
Así, el experto afirma que a la hora de atribuir una causa a la menstruación vicaria hay que hacerlo con “una gran cautela” y matizar que la explicación está basada en una situación clínica “todavía no demasiado bien definida”.
Mendoza señala que la causa podría ser la misma etiología que la endometriosis, una enfermedad altamente prevalente en todos los países del mundo, de diagnóstico también difícil.
“La endometriosis es una enfermedad donde hay células del endometrio fuera del útero y podría ser la explicación de por qué hay mujeres que podrían estar menstruando por el oído, la nariz, las lágrimas o por las glándulas sudoríparas”, explica el ginecólogo de la SEGO.
Incide en que hay descripciones de implantes de células endometriales fuera del útero y pueden estar en casi todos los órganos.
“Digamos que las publicaciones médicas que hay van por esa explicación, es la más plausible, que haya células del endometrio creciendo fuera del útero, en esas zonas por las que se sangra”, abunda el catedrático de la Universidad de Granada.
Mujeres jóvenes y adolescentes
La mayoría de los casos publicados de menstruación vicaria corresponden a mujeres jóvenes y adolescentes y describen, además, un cuadro psicológico añadido ya que sangrar por las lágrimas o el sudor les genera una gran ansiedad.
Asimismo, si se demostrara su vinculación con la endometriosis, la mayoría de las consecuencias de la menstruación vicaria pasarían por el dolor, la imposibilidad o dificultad reproductiva y dolor durante las relaciones sexuales, entre otros.
El estigma de la mujer que lo sufre puede afectar de tal manera que ni siquiera lo consulten con su médico.
Por la escasez de publicaciones sobre esta patología tampoco se pueden dar cifras de prevalencia. El ginecólogo solo asegura que es “extremadamente rara”.
Si se comprueba la teoría de la relación con la endometriosis, la menstruación vicaria se podría tratar con anticonceptivos hormonales.
“Con los anticonceptivos hormonales se podría regular o podría desaparecer”, señala el ginecólogo de la SEGO, quien insiste en que ésta también sería una suposición teórica.