Alexis Rafael Peña.
Con el confinamiento ocurrido por el Covid-19 en los años 2020,2021 y este 2022; los proceso de pacificación han ido renovándose para facilitar a las personas en controversias, herramientas para solucionar de manera participativa situaciones que, pudieren ser resueltas por un tribunal, pero que requiere tiempo, dinero y sacrificio para visualizar que ocurrirá en su caso, ya sea para ganar-perder, ganar-ganar.
Hoy con las redes sociales como herramientas tecnológicas de comunicación, las personas entienden que pueden abordar sus conflictos sin la interacción humana. Pero no todo es el color aceptado por todos.
La interacción entre las personas son básicas para concretizar acuerdos, desacuerdos y disensos que tal vez, en el presente queden pendiente a su solución, pero que en días, semanas o meses después por vías humanas de comunicación pudieran buscarle salidas pacíficas favorables a las personas.
Para muchas personas, sobre todo jóvenes, entienden que ahora vía las plataformas digitales pueden solucionar todos sus asuntos sin movilizarse a ninguna oficina estatal o privada. Dado que la tecnología ha puesto en sus manos procesos simples que lo humano según estos, no podría facilitarle.
Creo que esa idea es errada. La tecnología nunca podrá sustituir a la persona. Aquel ser pensante, actúa con raciocinio para visualizar aspectos que nunca encontrará un ser como el humano en una laptop o computador.
En relación a la Mediación, la presencialidad de las partes es importante. El contacto visual, gestual, ruidos, silencio; expresiones que pueden indicar que desea la persona en la solución de su disputa.
Aunque la práctica de la Mediación Virtual, en línea y otras denominaciones vía la internet, viene calando entre los diversos actores para la facilitación del diálogo, la convivencia y armonía en la comunidad, familia.
Existen cientos de experiencias exitosas. Otras en proceso de desarrollo.
En las mediaciones virtuales, de todas maneras, las personas adultas y un poco los jóvenes, manifiestan que le gustaría conversar de a tú con la otra persona. Como sabrán, los jóvenes prefieren que les comuniquen las situaciones virtuales, por las diversas maneras de mantenerse informado, claro con mucha rapidez, así no se solucionan conflictos.
Pero las reacciones, sentimientos y hasta propuestas no creo que sean fáciles de buscar por esa vía. Aunque nada es imposible. Son varios los expertos que han manifestado y comentado lo ventajoso que ha resultado para su país, la virtualidad, como una vía ante la pandemia del covid-19.
Tras los acontecimientos de la pandemia, han sido muchos los sacrificios de las personas, por un lado, los gastos para la realización de las pruebas obligatorias para viajar, trabajar, estudiar y realizar otras actividades y otras situaciones más complejas.
Según los terapeutas de psicología, psiquiatría y otras áreas de la conducta, la asistencia a estas ciencias para la estabilización emocional de las personas en estos años, ha ido incrementando a diferencia a años anteriores. Existe mayor demanda, complicaciones de salud e inestabilidad en las personas.
Esas situaciones citadas, no resuelven los conflictos de cada uno de ellos, todo lo contrario, los coloca en mayor complejidad y hasta para la persona mediadora se le hace más complejo poder realizar su trabajo de mediación con partes que han pasado por estas enfermedades.
Desea por vía de Conflictos y Mediaciones llamar la atención sobre esa situación a los sectores económicos, gubernamentales, sociales y sindicales; sobre lo que esto implica para la convivencia de las personas en su hábitat: casa, comunidad, trabajo, vecindario, etc.
Es tiempo de reflexionar y pensar en el otro, cuyo contexto aunque usted no lo crea, ha afectado su salud, sentimientos, estudios y relaciones familiares y sociales.
