Los mafiosos han penetrado desde siempre en casi todos los sectores, pero hay situaciones que se dan tan a menudo, que llaman poderosamente la atención, en especial en actividades que como el deporte están supuestas a mantenerse limpias de cualquier “ inmoralidad”.
Sin embargo, a cada momento se producen denuncias, muchas harto comprobadas por la justicia, que ha encontrado pruebas para condenar a dirigentes indignos y desvergonzados.
La mafia más poderosa conocida hasta ahora en los deportes, es la que incurrió en actos de corrupción con fondos multimillonarios de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), al punto de que muchos de sus dirigentes a nivel mundial han sido suspendido de por vida.
Y sucede que cuando no es por el manejo indebido de recursos económicos, es por la implementación de políticas organizadas hasta por los propios gobiernos para dopar a sus atletas.
El caso más escandaloso fue el descubierto a Rusia, que no pudo competir como país en los pasados juegos de Tokio 2020.
En el boxeo profesional, el béisbol y muchas otras disciplinas, también se han producido casos bochornosos y humillantes.
No han sido pocos los combates en los que ante tanta indecencia por parte de jueces, árbitros y púgiles, se han visto en la necesidad de aplicar sanciones drásticas, aunque lamentablemente esos casos continúan ocurriendo.
El más reciente y despreciable, se anunció ayer que ocurrió en las olimpiadas de Río de Janeiro de 2016, donde se comprobó que había una componenda entre jueces para dar como ganadores a púgiles que claramente perdieron sus peleas. Ojalá esta investigación arribe hasta las últimas y se apliquen penas ejemplares, porque ya está bueno de estas barbaridades.