La madre de hoy rompe patrones y en ocasiones es hasta líder del hogar

La madre de hoy rompe patrones y en ocasiones es hasta líder del hogar

La madre de hoy rompe patrones y en ocasiones es hasta líder del hogar

SANTO DOMINGO.-La madre de hoy ha roto los patrones habituales de quedarse en casa atendiendo solo los quehaceres domésticos, a tal punto que en muchas ocasiones lidera por múltiples razones la dirección del hogar.

“Esta ya no asume los roles tradicionales de ser ama de casa y cuidadora de los hijos, asiste a la universidad, se titula, realiza maestría para ocupar un puesto laboral de ocho horas y recibir ingresos económicos con los que aporta a la comunidad de bienes matrimoniales”.

Así lo asegura la psicóloga, terapista familiar y sexóloga Sonia Romero, quien considera que “el rol de la madre es insustituible, ya que establece un vínculo afectivo muy fuerte con los vástagos, desde la concepción, y continúa después del nacimiento”.

Desempeño

La también especialista en orientación escolar cita entre otras tareas que realizan las madres, ser esposas y amas de casa, lo que incluye compras en los supermercados, pago de servicios, cocina, lavado y planchado de ropas, y cuidado de su imagen, que les implica ir al gimnasio, visitar al mecánico y llevar los niños al médico.

Para ella, el vínculo establecido por la mujer e hijos le permite ser comunicativa y expresiva con estos.

Los amamanta, los acaricia, les da cariño, los carga y cuida con esmero y, sobre todo, los ama incondicionalmente, desarrollando así la conducta de apego.

Esta última modalidad de John Bowlby, afirma Romero, es saludable tanto para la madre como para el hijo, se desarrolla desde el nacimiento hasta los cuatro años.

Los niños igual se apegan al padre y a las cuidadoras, esta conducta es básica para su seguridad y autoconfianza, lo que favorecerá el desarrollo de la personalidad.

“La madre debe compartir su rol con el padre, lo que sirve para crear y fortalecer el vínculo entre el niño y el padre”, sostiene Romero.

Las mejoras

Entre los beneficios que acarrea ese cambio de roles de esa fémina está el que se siente realizada con su trabajo, logra más oportunidades, se puede destacar y estar más positiva para bregar con sus hijos en el rol de madre y esposa.

“Esta cuida más de su imagen, porque tiene que vestirse todos los días y estar mejor arreglada para salir al trabajo. Sirve de referente a los hijos y eleva la autoestima de ellos para seguir adelante y tomar la decisión de estudios y trabajo”, refiere Romero.

Cuando esta asume sola el rol de madre, los hijos crecen sin la figura del padre, que es muy importante a la hora de poner límites necesarios para el desarrollo de la identidad personal de la hembra y el varón. Igual les da más seguridad a la madre y a los hijos.

Algunas sienten culpa por estar ocho horas en el trabajo, restándoles tiempo a sus hijos, las investigaciones aportan que lo que importa es la calidad del tiempo, no la cantidad.

—1— Monoparentales
Tres de cada diez hogares es dirigido por mujeres, lo que complica la crianza.
—2— Desventaja
Cuando los niños se quedan solos mientras las madres trabajan, son más vulnerables.