SANTO DOMINGO.-La clase artística sigue recibiendo malas noticias. Ayer dos reconocidas estrellas dominicanas partieron de este mundo, dejando atrás una estela de tristeza y pesar que se sintieron a través de las redes sociales.
A la edad de 75 años murió en la mañana el veterano locutor y maestro de la radio Buenaventura Bueno Torres, en la clínica Abel González de la avenida Independencia, en donde estaba interno desde hace unos días.
Mientras que en la tarde del miércoles llegó la noticia del fallecimiento en Miami del afamado compositor y director de orquesta Primitivo Santos. Los restos del premiado locutor fueron expuestos anoche en la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln.
Durante varios años Buenaventura Bueno Torres formó una gran cantidad de profesionales de la comunicación en universidades y en la Escuela Nacional de Locución.
Recibió reconocimientos y se declaraba un hombre cristiano. En el año 2008 sufrió un aneurisma, del cual pensó que no saldría con vida.
Meses después Bueno Torres dijo en una entrevista: “Cada día que despierto lo primero que hago es darle gracias a Dios. Se supone que yo iba a morir. Duré tres días sin saber de mí y aquí sigo de pie”.
Tenía siete hijos, 12 nietos y tres bisnietas, una hermosa familia a la que siempre cuidó con amor.
Primitivo Santos
El director de orquesta y pianista Primitivo Santos se encontraba en su residencia de la ciudad de Miami, donde vivía junto a sus familiares, cuando falleció. Se informó que el merenguero estaba en esa ciudad recibiendo tratamiento médico.
Su cantante más ovacionado fue Camboy Estévez, con quien grabó grandes éxitos que aun hoy son bien recordados, como “Unión eterna”, “Mi calle triste” y otros.
A principios de los 80 tuvo buena aceptación con temas como “Fiesta hasta el 90”, “La minifalda”, “Los hermanos Pinzón” y otros.
En 1986 tuvo una gran pegada, gracias a la canción “Marinero”, interpretada por Carmen Luisa.
Inicios
— Músico
Primitivo Santos nació el 28 de abril de 1935. Su carrera la desarrolló en Estados Unidos, siendo la ciudad de Washington su centro de operaciones, ya que allí ocupó un cargo diplomático.