La semana pasada la legendaria Liga La Javilla celebró un torneo internacional, denominado Latinoamericano, con la participación de ocho países invitados.
Fue un gran evento, en el que el colega Franklin Mirabal demostró gran poder de convocatoria al llevar a la apertura funcionarios del Gobierno, dirigentes de la cúpula del movimiento deportivo Nacional y otras figuras importantes. ¡Felicidades para Mirabal! Hasta ahí, todo luce perfecto.
El jueves, Mirabal anuncia que el Gobierno, a través de Igor Rodríguez, ministro Administrativo de la Presidencia; Francisco Camacho, ministro de Deportes, y el Comisionado de Béisbol, Junior Noboa, le donarán un autobús a la Liga La Javilla, además un terreno en Boca Chica para la construcción de un polideportivo para la práctica de baloncesto y voleibol.
Eso de ninguna manera aplica, porque la Liga La Javilla no lo necesita, por las siguientes razones: La Liga La Javilla es una o la más costosa que hay en el país, incluso esa es una de las principales quejas que escucho de mis excompañeros, quienes a pesar de ser los que ayudaron a Juan José-Vivo-Carmona a fortalecer esa entidad, no pueden tener a sus hijos en la misma ni reciben facilidades de pagos.
Tampoco aplica, porque el presidente de La Liga La Javilla, John Carmona, de manera muy valedera y con el fruto de su trabajo ha conseguido millones de dólares en comisiones por la firmas de varios prospectos, por lo que puede comprar autobuses y los terrenos que considere.
De igual modo, no se entiende que le donen terrenos para levantar un polideportivo, cuando se sabe que la Liga La Javilla es sinónimo de béisbol, nunca ha fomentado las prácticas de otros deportes.
Y sería más extraño que le otorguen un terreno en Boca Chica, donde existen muchas entidades necesitadas y que hacen deporte sin ayuda oficial. Hasta la biblia, en el libro de Proverbios 22:16, dice: ‘El que oprime al pobre para engrandecerse, o da al rico, como en este caso, sólo llegará a la pobreza’.