Juan Mercado
Cuando la Liga de Béisbol Profesional del país dio a conocer los reglamentos para la premiación oficial me alegré bastante por considerar que era algo que hacía mucha falta.
Hace tiempo que se escuchan quejas por ese motivo, incluso recuerdo que en la temporada 2008-09 se creó un gran revuelo para que no se le otorgara ese galardón a Juan Francisco, quien en la campaña regular anterior participó en los últimos cuatro juegos, pero tuvo una gran actuación en el round robin.
Bajo los reglamentos de la Major League Baseball (MLB) realmente Francisco no podía ser novato, debido a que aunque no jugaba se mantuvo en el roster de los Gigantes del Cibao durante toda la temporada y eso le sumaba tiempo de servicio. En la MLB se cuentan 45 días de servicio en una temporada regular para perder ese estatus.
Pero la debilidad de la Liga Dominicana, que no tomaba en cuenta la suma del tiempo de servicio facilitó la elección de Francisco. Me enteré que ahora, por el asunto de la agencia libre, se está tomando en cuenta el tiempo de servicio, pero se maneja de manera privada.
La semana pasada, la Lidom dio a conocer un reglamento para las premiaciones MVP que respaldan, y en el capítulo para el Novato del Año señalan que un pelotero no podrá calificar para ese galardón si ha permanecido más de 45 días en el roster activo de las Grandes Ligas.
A muy poco tiempo de crearse ese reglamento fue violado al colocar en la boleta a Jerar Encarnación, de las Águilas Cibaeñas, quien permaneció por 53 días en el roster activo de los Marlins en la temporada anterior.
Encarnación llegó segundo en las votaciones de Lidom, recibiendo 15 votos.
No sucedió un caos porque el premio fue para Rainer Núñez, de las Estrellas Orientales, quien recibió 49 votos.
Ahora ha surgido un ruido tremendo con el lanzador Roenis Elías, de las Águilas, a quien ese mismo reglamento descarta para ser Lanzador del Año por no haber lanzado al menos 40 entradas.
Elías lanzó 39 entradas y tuvo 4-0 y 0.92 de efectividad. Por esa razón es que los reglamentos deben respetarse.
