Limitar a través de filtros o la coacción a los medios de comunicación a la hora de publicar información, así como también poner trabas al derecho que tienen los medios de comunicación de investigar e informar sin ningún tipo de limitaciones constituye una violación a la libertad de prensa de un país.
Desde la primera semana del inicio del gobierno del presidente Luis Abinader el principal reporte que han hecho los periodistas que cubren el Palacio Nacional ha sido precisamente las dificultades para acceder la agenda de las actividades publicables y noticiables, situación que en lo inmediato se puede estar interpretando por algunos sectores como una violación a la libertad de prensa intencional por el Ejecutivo.
Algunos profesionales de la comunicación, analizando este fenómeno que está afectando a Palacio desde hace ya más de un mes, hemos llegado a la conclusión que puede ser que los profesionales de la comunicación de la Presidencia aún no se convierten en un equipo alineado a objetivos claros, atados a un plan que los mueva a la acción de una forma sincronizada y que entienda pues el rol tan importante que desempeña la prensa en su estrategia de establecer ese diálogo fluido con la sociedad.
Desde el Centro de Análisis y Estudios de la Comunicación (CAESCO), venimos dando seguimiento a este proceso de “reorganización” de la comunicación gubernamental, con el objetivo de contribuir a que no se sume un nuevo estigma sobre la libertad de prensa y de expresión a nuestro país como las que ya han destacado algunos organismos internacionales, como es el caso de Reporteros Sin Fronteras (RSF), donde nuestra posición es la 55 de 180 países en la clasificación mundial 2020.
Y es que ya tenemos un reto de que precisamente Reporteros Sin Fronteras deje de presentarnos como un país donde “Los periodistas que cubren temas delicados, como la corrupción o el narcotráfico, pueden sufrir amenazas o violentas represalias, incluso ser asesinados por órdenes de los cárteles o de las mismas autoridades. Los dirigentes políticos a veces aprovechan su posición para estigmatizar a los periodistas demasiado críticos”.
Liberemos la comunicación del Gobierno, hagámosla más fluida, comprendamos que los periodistas y los medios de comunicación pueden ser su mejor aliado, siempre y cuando este actúe conforme a las leyes y en beneficios de todos los sectores de la sociedad que son, finalmente, los que creyeron en que cada cuatro años tenemos la oportunidad de alcanzar un gobierno del pueblo y para el pueblo.
Es mejor hacerlo ahora que más tarde, lograr que esta frase del periodista y escritor mexicano Francisco Zarco toque las puertas de Palacio: “La prensa no solo es el arma más poderosa contra la tiranía y el despotismo, sino el instrumento más eficaz y más activo del progreso y de la civilización.”