Todos hemos aprendido desde niños que gozamos de cinco sentidos, uno de ellos es el sentido del gusto, que detecta los químicos o sabores que tienen contacto con la lengua.
El sabor no es otra cosa que la sensación que producen los alimentos al contactar con la lengua, la cual es el órgano en donde se encuentra el sentido del gusto.
Cada quien tiene sus preferencias por los diferentes sabores, los alimentos pueden ser dulces o salados, amargos o ácidos; los individuos somos capaces de percibir todos los sabores gracias a la lengua y algunas de sus partes anatómicas.
Un aspecto importante de la anatomía lingual son las llamadas papilas gustativas, estas son las responsables de detectar los sabores y también su elección de acuerdo a los deseos de la persona y sus necesidades nutritivas.
Ahora bien, los sabores se detectan en diferentes áreas de la lengua, por ejemplo, las papilas gustativas caliciformes o lenticulares se encuentran en la base de la lengua, es decir en la parte de atrás formando una «V» y detectan el sabor amargo; mientras que las papilas fungiformes se encuentran en la parte anterior del dorso lingual y los bordes laterales, captando los sabores dulces, salados y ácidos.
Existen otras papilas llamadas filiformes o cónicas, las cuales se encuentran en la punta de la lengua, no detectan sabores pero si tienen función táctil y captan la temperatura.
Conocer un poco acerca del sentido del gusto, la lengua y sus partes nos ayuda a degustar mejor los alimentos y bebidas, con estos datos ya sabemos en que parte de la lengua debemos colocar el alimento para probarlo y disfrutar su máximo sabor.
Dios les bendiga abundantemente.