SANTO DOMINGO.- Las lechuzas son de las pocas aves que mueven toda la cabeza para ver algo que esté a un lado, dado que no giran los ojos, mientras sus oídos están a desnivel para detectar de donde provienen los sonidos y ser más efectivos a la hora de cazar.
De dichas aves nocturnas y de rapiña que pertenecen al orden Strigiformes, familia Tytonidae existen unas 133 especies en el mundo, y en la Española sólo se han registrado dos: Tyto alba (lechuza común o lechuza blanca), residente reproductor y Tyto glaucops (cara ceniza), endémica, ambas con amplia distribución.
De acuerdo con Rosanna Guzmán, técnico de Biodiversidad y Vida Silvestre del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, las mismas conforman una pequeña familia de aves distribuidas extensamente.
“La familia Tytonidae se distingue por su disco facial en forma de corazón y largas patas. Las plumitas de su disco fácil actúan como sensores que le ayuda a ubicar las presas”, comenta Guzmán.
Afirma que la estructura de las plumas del ala le proporciona un vuelo silencioso con el que sorprende a sus presas sin que la descubran, son típicamente nocturnas y dependen principalmente de su agudo sentido de la audición para capturar presas que pueden ver en vuelo.
Particularidad
La hembra de esta familia, explica Guzmán, es más grande que el macho, suele estar profusamente moteada en el pecho e infracoberteras alares y ellas hacen el trabajo de incubación durante un mes. Los huevos puestos y pollos viables van en consonancia con la disponibilidad de presas, pudiendo tener varias puestas si éstas son abundantes, de esa manera los embriones nacen a distinto tiempo, esto puede ser una adaptación para sobrevivir, pues alimentar varios pichones a la vez de carne, les resulta difícil si todo están del mismo tamaño si hay escases de alimento.
Regorguitan
“No es difícil encontrar un nido de lechuza por las señales que deja en la tierra, tras la ingesta del alimento regurgitan o escupen estos en forma de pelota las partes no les son digestibles (como piel, huesos y otros elementos que no pueden digerir). Ese bolo se conoce como egragópilas”, precisa la técnica.
Especifica que usualmente cargan a sus presas en el pico a diferencia de otras aves de presa que los llevan en sus garras.
Rol Vs. Superstición
Las lechuzas por sus hábitos alimenticios son importantes en los cultivos agrícolas ya que controlan las poblaciones de ratones que son perjudiciales, tanto en las siembras como transmisores de enfermedades. De ahí su importancia en plantaciones de aceite de palma, que atraen ratas. Comenta Rosanna Guzmán, estudiosa de las aves, que cuando la superstición toma algún animal como representación de lo maligno, y que desde tiempos primitivos las lechuzas han sido consideradas como presagio de mala suerte y entes sobrenaturales. Aunque también se le atribuye gran sabiduría y utilizan en la medicina popular y la magia.
Mitos
Por su manera de mirar, el hábito de volar silenciosamente en la noche y el chillido fuerte y lúgubre son de las razones que se tienen para relacionar estas especies con mitos de brujas o mensajeras de la muerte, provocando miedo a personas, que terminan matándolas.