Pedernales.-Las pasivas aguas del humedal laguna de Oviedo irradian una paz que sólo se puede lograr en esta apartada zona de República Dominicana.
Al noreste del Parque Nacional Jaragua, en la región Suroeste, esta importante fuente de agua, de unos 27 km2 de superficie, acoge 24 cayos o islotes donde anida una amplia variedad de aves silvestres, tales como el de los Pájaros, el cayo de las Iguanas y el Guanal.
Esta laguna es única en su género en la región del Caribe, como es además el paisaje seco que lo distingue de otros bosques de la geografía nacional.
Especies silvestres
Euri González, guía turístico del lugar, detalló que allí habitan especies como el pelícano, garza real, gaviotas, coco blanco, paloma coronita y la tijereta.
Entre sus peces se destacan colonias de flamencos y cucharetas, que forman parte de la identidad del lugar.
Igual se puede disfrutar a todo lo largo de su litoral, de reptiles como cocodrilos, lagartos y otros inofensivos animalitos nativos y endémicos del lugar.
Manglares
En sus aguas altamente salinas se conjugan fuentes dulces, asociadas a manglares que sirven de reservorio para la pesca.
En un media tours ofrecido por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el cual encabezó el titular Bautista Rojas Gómez y el viceministro de Áreas Protegidas y Biodiversidad, los periodistas pudieron apreciar los particulares encantos que caracterizan ese entono.
Como parte de los atractivos, los turístas que llegan allí pueden recorrer en bote esa área protegida, la cual está en proceso de rescate por parte del Ministerio de Medio Ambiente.
De acuerdo con Euri Gonzalez, quien atribuyó el color verdoso de las aguas a las algas marinas que arrastran las corrientes y la evaporación, trabajan para impulsar el ecoturismo como una forma de que el desarrollo económico toque esa franja que antecede la vista de Bahía de las Águilas, en Cabo Rojo, Pedernales.
A diferencia de otras fuentes de aguas, este es un destino natural de excepcional belleza, que cautiva con el vuelo de las aves que ven bandadas que van y vienen por doquier, como si se tratase de un baile de danza.