Los grupos de investigación SOLTI y GEICAM han demostrado, por primera vez, con nuevos datos del estudio POSITIVE, que es viable llevar a cabo la lactancia materna después de haber padecido un cáncer de mama hormonosensible y pausar la terapia hormonal, sin que haya un mayor índice de recaídas tras un seguimiento de 41 meses.
Este estudio incluyó a 518 mujeres, menores de 42 años, que interrumpieron la terapia hormonal tras un cáncer de mama, de las cuales, 317 consiguieron tener un hijo y, de ellas, 196 lograron la lactancia materna.
En una primera fase de esta investigación, se evidenció que pausar la terapia endocrina para conseguir un embarazo -bajo control médico y en un periodo no superior a los dos años- no incrementaba el riesgo de recaída a corto plazo en pacientes jóvenes con este tipo de cáncer, como se publicó en la revista New England Journal of Medicine (NEJM).
El tumor hormonosensible o luminal es el subtipo de cáncer de mama más frecuente (el 70 % de los casos) y tras el tratamiento convencional (cirugía, quimioterapia y radioterapia) se aplica la hormonoterapia por un periodo de al menos cinco años para controlar los estrógenos.
La segunda parte de este estudio, cuyos datos se han presentado ahora en la última reunión de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), celebrada en Barcelona, da un paso más y en los casos en los que se ha conseguido el embarazo abordan la viabilidad de la lactancia materna tras este tipo de cáncer de mama y tras interrumpir la terapia hormonal.
“Esto es significativo puesto que el cáncer de mama con receptores hormonales positivos, que es el que hemos evaluado en este estudio, es un subtipo tumoral con el que hay que ser especialmente cautos porque puede presentar un riesgo más elevado de recaída por el aumento de estrógenos durante la gestación”, explica la doctora Cristina Saura, coordinadora del estudio POSITIVE en España, miembro de la Junta Directiva de SOLTI y oncóloga del hospital Vall d´Hebron y VHIO de Barcelona.
“No obstante, y tras un seguimiento limitado por el momento, no hay un mayor índice de recaídas en mujeres que han hecho lactancia materna después de haber conseguido un embarazo”, afirma.
Por su parte, el doctor Manuel Ruiz Borrego, co-coordinador del estudio POSITIVE en España, miembro de la Junta Directiva de GEICAM y jefe de la Unidad de Cáncer de Mama del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, considera que “los hallazgos preliminares del estudio POSITIVE son muy esperanzadores, pues indican que las mujeres con cáncer de mama con receptores hormonales positivos pueden ser madres y amamantar a sus hijos sin un riesgo aparente de recaída”.
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“Este resultado -añade- no solo refuerza la seguridad de no comprometer el pronóstico de las pacientes, sino que también aporta un alivio psicológico a aquellas que deseen optar por la lactancia materna”.
Lactancia tras cirugía de pecho
De las 196 pacientes que lograron la lactancia materna en este estudio, un 66 % habían pasado por una cirugía conservadora del pecho afectado.
De ellas, la mayoría hizo lactancia únicamente a través de la mama que no había sufrido el tumor, mientras que un 30 % lo hacía con las dos mamas y el 1,5 % lo lograron solo a través del pecho afectado.
Por otro lado, de las pacientes que se habían sometido a una mastectomía (extirpación total del pecho afectado por el tumor), 1 de cada 3 conseguían dar el pecho con la otra mama.
Solo aquellas mujeres que se habían sometido a una mastectomía bilateral (extirpación de los dos pechos) tuvieron que renunciar a la posibilidad de amamantar.
El estudio POSITIVE en cifras
El estudio POSITIVE, coordinado por el Grupo GEICAM de Investigación en Cáncer de Mama y por el grupo SOLTI, incluye a 518 pacientes de 20 países: el 23 % de América del Norte, el 16 % de Asia Pacífico y Oriente Medio y el 61% de Europa.
De España han participado 72 mujeres de 18 hospitales reclutadas a través de los citados grupos de investigación académica.
Antes de pausar su tratamiento hormonal para lograr el embarazo, las pacientes habían completado entre 18 y 30 meses de terapia endocrina que, tras el embarazo, tienen que reanudar.
Los resultados del estudio han supuesto un gran avance porque hasta que no se han publicado, la recomendación era empezar a buscar el embarazo pasados un mínimo de 5 años tras haber superado el cáncer de mama siempre que no hubiera ninguna recaída.
“Una ventana temporal que puede dificultar la planificación familiar en muchas ocasiones por la edad de la paciente. Por eso a través de POSITIVE hemos querido buscar alternativas para aquellas mujeres que desean ser madres tras el diagnostico de un cáncer de mama localizado y no desean esperar 5 años tras el tratamiento”, apunta la oncóloga de SOLTI Eva Saura.