Hugo López Morrobel
Infinidad de personas almacenan grandes fortunas, pero en nada les preocupa un comino el bienestar de sus conglomerados, por lo que su incidencia en la sociedad, apenas se recuerda por la acumulación de riqueza, sin embargo, otros quizá con menos realizan obras que quedan impregnadas por siempre en sus respectivas comunidades.
Ese es el caso del pelotero Nelson Cruz, quien desde que comenzó a devengar buenos salarios en Grandes Ligas, inmediatamente comenzó a realizar proyectos que tienen un tremendo impacto en su natal municipio de Las Matas de Santa Cruz, provincia de Montecristi.
Aparte de estadios y canchas, Nelson se ha preocupado por mejorar la salud y la educación de sus compueblanos, y el último proyecto, una escuela de formación técnica, con la colaboración del Infotep, se puede definir sin lugar a duda como un palo por los 411.
Cuando una comunidad observa la permanente preocupación de uno de sus hijos por mejorar la calidad de vida de los demás, debe sentir un orgullo extraordinario, y eso está sucediendo entre todos los materos.
Felicitaciones a Nelson Cruz, de quien me siento orgulloso, ya que también nací en ese municipio a mediados del siglo pasado y he visto una transformación en todos los sentidos en estos últimos 20 años.
Otros peloteros dominicanos como David Ortiz y Albert Pujols ejecutan una labor encomiable en diferentes renglones, por lo que hay que pedir a que otros los imiten, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de sus comunidades, que tanto necesitan de ese empuje.
