La irreponsabilidad “prospera”

A veces, producto de actos irresponsables, que están a la vista de todos, principalmente de las autoridades, se cometen una serie de desmanes y actos irreflexivos, sin que se haga absolutamente nada para evitarlos, y en muchos casos, los responsables, solo los esquivan y buscan la forma de justificar sus fallas.

Esa una realidad que vivimos desde hace décadas, y que aunque se comprueban los daños causados, nadie paga las consecuencias, porque es una sociedad donde parece que todo está permitido sin dejar ninguna secuela.

Un caso que ha dejado petrificado y aterrorizado, ha sido la admisión pública de dirigentes deportivos de Santiago, sobre el estado de abandono generalizado de la llamada “Arena del Cibao”, principal instalación bajo techo que existe en esa región.

Ahora resulta que tras denunciar los graves problemas de la obra, ninguno de los “personajes y dirigentes” que se una u otra forma han obtenido ventajas económicas por su uso, desde el año 1978, cuando fue inaugurada, ahora se lavan las manos como Pilatos, asegurando que si eso está así, no es su responsabilidad.

Y que a nadie le queda la menor duda que los miles de eventos, deportivos, artísticos y religiosos y de otra índole que se han presentado en la “Arena del Cibao” han dejado decenas de millones de pesos.

Entonces, la pregunta que hay que hacerse es, en qué se utilizaron esos millones para que esa obra luzca abandonada, y donde se llega al colmo de que, incluso el patronato, presidido por Manuel Guerrero, y designado mediante un decreto para administrarlo en el 2010, asegura tajantemente que se desliga por completo de la situación de deterioro, dado que solo está ahí para firmar cheques de la nómina. Si las cosas andan así, definitivamente nos “jodimos”.