SANTO DOMINGO.-Más allá de un problema de obstrucción de las playas, la invasión de sargazos que arropa de manera intermitente las playas del litoral sur del país y la región del Caribe amenaza con limitar el crecimiento del sector turismo.
Estas algas llegan de las aguas del Atlántico ecuatorial y arropan las zonas costeras del país y de la región, imposibilitando que los miles de turistas que cruzan los océanos para disfrutar del sol y las cálidas aguas del mar Caribe puedan disfrutarlas.
No solo impiden bañarse, sino también realizar un deporte o actividad acuática, ya que además de ser molestosas, emanan un nauseabundo olor que ahuyenta los visitantes.
“Esta es una de las principales preocupaciones que nos afectan, al igual que a la región, y comienza a generar preguntas sobre la capacidad de continuar trayendo clientes”, manifestó Joel Santos, presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores).
Incertidumbre
Santos advirtió a EL DÍA que este fenómeno puede generar un impacto negativo en el crecimiento del sector turístico en el corto plazo, porque afecta la percepción de calidad del producto, es decir, el país como destino turístico.
Esto podría ocurrir porque aunque la invasión se viene presentando de forma intermitente cada verano, la cantidad que ha llegado este año sobrepasa con creces los volúmenes que aparecieron en 2014, 2015 y 2016.
“Este año ha roto todos los récords.
Estamos afrontando la mayor cantidad de sargazos que hayamos tenido”, afirmó el empresario turístico a EL DÍA.
Se puede decir que, por el momento, la ocupación hotelera promedio a nivel nacional no se ha visto afectada, puesto que ronda el 85 %.
El problema puede venir a futuro, si se multiplican las quejas de los viajeros que no han podido aprovechar al máximo sus vacaciones, como ha ocurrido en la zona este, principal polo receptor de turistas.
“El daño ha sido grande. Tenemos muchas quejas de los clientes, porque los botes algunas veces se detienen en pleno mar hasta limpiarlos para que puedan volver a arrancar”, dijo Albania Martínez, vicepresidenta de la Asociación de Acuáticas del Este, empresa que agrupa los negocios que ofertan los servicios de actividades y deportes marinos.
Zonas afectadas
Las algas del sargazo son una especie de vegetación flotante que procede del mar del mismo nombre, ubicado en el océano Atlántico.
Pero la profesora e investigadora y encargada del Laboratorio de Geomática del Intec, Yolanda León, explicó en un artículo que es probable que vengan del Atlántico ecuatorial (entre África y Suramérica), debido al cambio climático.
Todo el sur del país está invadido por las algas marrones, pero la zona del este y Barahona, principalmente las hoteleras, son las que más sufren, según infonrmó Antonio (Tony) Montero, encargado de monitoreo del Viceministerio de Recursos Costeros y Marinos del Ministerio de Medio Ambiente.
Las macroalgas están “incrontrolables” en las playas Punta Arena hasta Boca de Yuma en Punta Cana.
También en Cabeza de Toro, Cap Cana, Playa Bávaro, Arena gorda y Playa blanca, donde se concentra aproximadamente el 75 % de los hoteles de la zona este.
El mismo patrón se observa en las costa de Paraíso y Enriquillo,de Barahona, es decir, a 405 kilómetros de distancia.
Lo peor está por llegar
Montero advierte que lo peor está por llegar, ya que por satélite se avista que viene bajando una mata de sargazos mayor que la que ha llegado.
Cree que los nutrientes aportados por los ríos Orinoco y Amazonas son los que hacen que prolifere su presencia “y cada año que pase será mayor, porque habrá más nutrientes”, así que hay que buscar la forma de contrarrestarlas. Aunque no se puede hacer nada para impedirlo, dice que el Gobierno debe crear más brigadas de limpiezas para que no se acumulen.
4,451 Millones dólares.
Estima el PNUD que necesita el país para adaptarse al cambio climático en los sectores de turismo y agua.
Cuello propone generar energía con las algas
Alternativa. El problema de las algas está tan desbordado que a nivel internacional se está buscando la forma de aprovecharlas.
Una de las alternativas estudiadas es su recopilación y almacenamiento para aprovechar su potencial energético.
Ese tema fue planteado en un programa radial por el embajador del país en Inglaterra, Federico Cuello, quien indicó que República Dominicana podría instalar biodigestores que industrialicen el gas metano que emanan esas especies.
Esto implicaría la recogida de las algas, llevarlas a un punto de acopio, donde estarían los biodigestores, y de ahí colocar esa energía en el mercado.
Dijo que ese tema sería tratado en una reunión que se desarrollaría esta semana, seguida de un seminario. Otra opción mencionada por el diplomático permitiría extraer bioetanol y fertilizantes, dos productos con gran mercado en el país.
Dijo que el presidente Danilo Medina creó una comisión para buscar una solución y autorizó la recogida de las algas en alta mar y la expansión de una barrera a zonas afectadas.