Santo Domingo.-La intervención militar de Estados Unidos en la República Dominicana, cuatro días después de iniciado el movimiento de la Revolución de Abril de 1965, torció la historia del país de una manera funesta, provocando una democracia restringida y mostrenca.
Así lo afirmaron ayer los historiadores Hugo Tolentino Dipp, Roberto Cassá y Fidelio Despradel, al explicar que la gesta patriótica de abril de 1965 es la culminación de un ciclo de luchas frustradas del pueblo dominicano, iniciado con el gobierno del tirano Rafael Leónidas Molina.
“La acumulación de hechos y la búsqueda de un respiro verdaderamente democrático dio pie a la insurrección de 1965, estallido que fue planificado tras el golpe de Estado al presidente Juan Bosch y que tuvo liderado por civiles y militares”, dijo Dipp.
Mientras que Cassá asegura que la Revolución de Abril, es el acontecimiento más importante de la historia dominicana, con el que se pudo haber construido un orden democrático avanzado y profundo, que solucionara grandes problemas, porque era una gesta popular.
Asimismo Despradel recordó que el pueblo, en cuatro días, realizó una revolución donde derrocaron al Gobierno del Triunvirato y restituyeron al constitucional en la persona de Molina Ureña, por lo que fue una gesta democrática y triunfante.
“El triunfo de abril hubiera significado el cambio soñado por las generaciones del 40 y del 50. Pero con la intervención militar norteamericana se cambió para mal a la República Dominicana, que tuvo la posibilidad de desarrollar una revolución democrática e impulsar el país por otro rumbo”, dijo.
Ha habido cambios
Sin embargo, Roberto Cassá reconoce que en el país ha habido grandes cambios y no pequeños, porque ya son 50 años desde la Revolución y el año 1978 abrió un respiro en término de apertura democrática, garantizando ciertas garantías democráticas que no existían en el gobierno del ex presidente Joaquín Balaguer.
“Los norteamericanos dejan un esquema muy claro de sustitución política de la clase social dirigente por una camarilla, encabezada por Balaguer de origen trujillista.
Pero llega un momento en que ese esquema político se agota en sí mismo víctima de sus contradicciones, corrupción, etc. Además, Balaguer tiene un origen trujillista, pero no lo reproduce. Fue un gobierno hábil acorde con el momento que se vivía”, explicó Cassá.
Despradel dijo que en la sociedad dominicana están empezando a soplar cambios que pueden dar lugar a una precipitación de la situación. Llamó a las autoridades y al pueblo a estar atentos, porque “aquí los partidos han entrado en crisis”.