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La insistencia de Félix Cumbé para que  Fernando Villalona le diera una oportunidad

Fausto Polanco Por Fausto Polanco
La insistencia de Félix Cumbé para que  Fernando Villalona le diera una oportunidad
Félix Cumbé junto a Kinito Méndez en el programa Aquí está el merengue

Santo Domingo.- Definitivamente que la suerte le llegó de repente a Félix Cumbé cuando por insistencia conoció a Fernando Villalona en 1981, cuatro años después de haber llegado de Haití a República Dominicana

“Yo no quería ser artista, sino compositor. Yo vivía en Los Praditos y Fernando Villalona en el ensanche Quisqueya, siempre iba a su casa para presentarle mis canciones, pero él nunca estaba, pero sabía que estaba allí, durmiendo”, recordó Félix Cumbé.

Un día, después que estaba en su casa, después de mucha persistencia, Fernando llegó y su esposa se lo presentó, pero El Mayimbe no le puso mucha atención. Sin embargo, otro día volvió, y para su dicha el artista estaba ensayando un merengue que no tenía letras. Solo había un coro que decía Félix Cundé, que era el nombre de uno de sus saxofonistas.

“Mientras ellos hacían la música yo me puse a escribir las letras y como por arte de magia, Fernando se me acercó y me dijo: Venga acá hatianito. Usted me dice que es compositor.

Le respondí que sí. Mira, yo me voy para Nueva York, usted cree que me puede hacer las letras de esta canción: Yo le respondí que sí y cuando llegó le mostré las letras y al leerlas me dijo: Esto es lo que yo buscaba. Yo le quité Félix Cundé y le puse Feliz Cumbé, porque sabía el significado del nombre”, expresó el intérprete de El Gatico.

Este fue un éxito en las navidades de 1981 y al siguiente año le escribió el merengue “Déjame volver”, canción que dice Félix Cumbé tiene las mejores letras de todos los temas que ha escrito.

“Déjame volver es lo mejor que hice como compositor, no hay otra igual, porque la musa me salió como nunca antes cuando la estaba escribiendo y es un himno en todas las navidades”, destacó.

Se hizo cantante

Haber compuesto los dos éxitos anteriores a Fernando Villalona lo llevó a las manos de Aníbal Bravo, abriendo con un merengue titulado El Gatico, tema que cayó en gracia ante el público, así como el propio cantante.

Sus éxitos con Aníbal Bravo

Su físico no competía con el de Jochy Hernández, Bobby Rafael o Marcos Burdier, quienes compartían en frente en la orquesta de Aníbal Bravo, pero su gracia completaba todo eso.

Después del éxito El Gatico, que ganó disco de oro, grabó Tonto no, La Cibaeña, Filete, El Muñequito, La Melliza, El Gritico y otros más que compuso e interpretó con Aníbal Bravo.

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