Santo Domingo.-La informalidad laboral en la República Dominicana crea una brecha en el acceso a la protección social para muchos trabajadores y sus familias.
Dicho fenómeno afecta principalmente a las poblaciones más vulnerables, incluyendo a profesionales que se encuentran desprotegidos frente a riesgos laborales, y carecen de acceso a beneficios como el seguro de salud, el sistema de pensiones y las prestaciones por discapacidad o sobrevivencia.
La informalidad también está estrechamente relacionada con la figura del «trabajador pobre», un fenómeno que describe a aquellos empleados que, a pesar de tener un empleo, no logran superar los umbrales de pobreza monetaria debido a los bajos ingresos que perciben.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una de cada dos personas que trabaja lo hace en la informalidad en América Latina y el Caribe, siendo República Dominicana una de las naciones con mayor tasa de informalidad.
Asimismo, recientes estudios del Banco Central señalan que de las 404,034 empresas Mipymes que hay en el país, sólo el 14.8 % están registradas formalmente con un Registro Nacional de Contribuyentes (RNC), mientras que el 85.2 % opera en la informalidad, las cuales también generan empleos informales.
Implicaciones
Las implicaciones de la informalidad es una marca que se queda para toda la vida con repercusiones en la adultez.
En ese sentido, la Asociación Dominicana de Administradoras de Fondos de Pensiones (ADAFP) explicó que la informalidad en el mercado laboral es uno de los principales obstáculos que enfrenta el sistema de pensiones en la República Dominicana. Actualmente más del 50 % de la fuerza laboral activa opera en el sector informal, lo que significa que estos trabajadores no cotizan de manera regular para su retiro.
Aunque algunos han estado afiliados al sistema en algún momento, la intermitencia en sus aportes, debido a las constantes transiciones entre los sectores formal e informal, genera lagunas en sus cotizaciones.
Esta situación afecta directamente la capacidad de estos trabajadores para acumular suficientes fondos que les permitan gozar de una pensión adecuada al finalizar su vida laboral.
Además de las dificultades en la acumulación para el retiro, los trabajadores informales tampoco cuentan con una cobertura frente a riesgos como la discapacidad, ni sus familiares tienen derecho a recibir beneficios de sobrevivencia en caso de fallecimiento. Esta falta de protección social agrava la vulnerabilidad económica de este grupo, explicó ADAFP a EL DÍA.
Una brecha en economía
El impacto de la informalidad en el sistema de pensiones va más allá del trabajador individual.
Al no cotizar al sistema de pensiones, el ahorro acumulado en los fondos de pensiones disminuye, lo que repercute negativamente en la economía del país.
Por tanto, menores niveles de ahorro afectan sectores clave como la energía, el turismo, la agroindustria, la construcción y las zonas francas, que dependen de la inversión generada por estos fondos para su crecimiento y desarrollo, subraya el gremio al destacar que a largo plazo, esta situación limita el impacto positivo que el ahorro previsional podría tener en la creación de empleos formales y el desarrollo económico sostenible.
Otros desafíos
No solo la informalidad representa un desafío en el mercado laboral, en el sector formal los bajos salarios también representa un reto y tiene implicaciones directas en el sistema de pensiones.
Los salarios, que están estrechamente ligados a la productividad, son determinantes en el nivel de ahorro para la jubilación.
El gremio plantea que es crucial realizar ajustes y mejoras al sistema de pensiones en la República Dominicana para fomentar un mayor ahorro entre los trabajadores, garantizar cotizaciones regulares y permitir la acumulación de recursos que aseguren una pensión digna al momento del retiro.
Temática
—1— Empleo
La ocupación total (incluyendo los formales e informales) se situó en 4,768,740 personas en el primer trimestre del año 2023.
—2— Pensiones
Asimismo, es necesario establecer pensiones solidarias dirigidas a aquellos individuos que no hayan podido ahorrar lo suficiente durante su vida laboral.