En los últimos años es notorio el alejamiento y falta de interés de las empresas privadas en el desarrollo del deporte en todos sus órdenes, a pesar de que algunas están apoyando el proyecto Creando Sueños Olímpicos, conocido como Creso.
Sin embargo, no ha sido posible integrar más de ocho o nueve empresas a una causa que en definitiva favorece a todos los dominicanos.
La adquisición de industrias nacionales de primer orden por parte de extranjeros, ha sido un fracaso para el deporte nacional.
Ello así, porque ninguna tras esas compras, han mostrado el mínimo interés de patrocinar eventos y ayuda para los atletas.
Si hoy la República Dominicana está en los primeros planos en muchas disciplinas como voleibol femenino, baloncesto masculino y béisbol, entre otras disciplinas, ha sido primordialmente por los aportes que realiza del sector gubernamental, aunque los dirigentes federativos entiendan que los mismos son muy reducidos.
El mejor ejemplo de lo que se puede lograr en materia deportiva a nivel internacional, lo están cosechando las “Reinas del Caribe”, un proyecto que se ha echado en hombros Cristóbal Marte.
Las grandes empresas dominicanas tienen la libertad de invertir o no en deportes, pero resulta una barbaridad que se hagan de la vista gorda en proyectos que benefician a miles de atletas.
Sería interesante que la Asociación de Industrias de la República Dominicana le echara un vistazo a esta situación, para ver si puede integrar un movimiento que procure que sus miembros se involucren en patrocinar atletas y deportes que tienen un material extraordinario, pero que no pueden ejecutar programas al nivel que se requiere.
Es solo una idea que ojalá tenga el debido y solidario respaldo.