La independencia nacional: algunas notas al pie

La independencia nacional: algunas notas al pie

La independencia nacional: algunas notas al pie

Miguel Febles

El día 1 de diciembre de este año 21 se cumplen 2 siglos del inicio formal del proceso independentista dominicano: la denominada Independencia efímera.

Lo de efímera porque suele vérsela como un acto realizado el día 1 de diciembre de 1821 que puso en marcha a un Estado que existió hasta el día 9 de febrero de 1822 con la invasión de Jean Pierre Boyer.

Puede ser visto de otra manera y en ese esfuerzo se fundan estas notas.
Para que hubiera nacido consolidada en aquella fecha tendría que haber estado apoyada en una condición material diferente, un sector social en posición de liderazgo y uno o varios caudillos capaces de dirigir hacia un fin colectivo y a la vez egoísta.

El sentido de la identidad nacional era débil. El sector hatero, económica y socialmente dominante, se sentía español; en el año 9 había encabezado la expulsión de Francia para arrimarse a una España que en 1795 había entregado la isla, junto con otros objetos, para rescatar Cataluña y País Vasco. La parte norte buscaba un patrocinador y miraba hacia Haití; el suroeste también.

El este era español, y mientras a unos los seducía la República de Haití, los padres de la efímera afiliaron su proyecto al de Simón Bolívar. Nuestra independencia nació chueca.
Unos dominicanos dejaron ver una idea independentista en Bondillo, 1808.

La cabeza principal de este impulso fue Ciriaco Ramírez, pero este es terreno hipotético, vista la debilidad económica y social que le impidió imponerse en aquella junta y el apoyo militar y económico que le daba Haití, de donde llegó, 12 años después, la invasión encabezada por Jean Pierre Boyer, heredero político de Pétion.

Así empezó el proceso de la independencia dominicana, anémico e inseguro, y concluyó el 30 de junio de 1870 con la negativa del Senado de los Estados Unidos de América a concederle al presidente Ulysses Grant la anexión de Santo Domingo que le ponía en las manos Buenaventura Báez, prócer separatista del 44.

En el país fue iniciada una ola de protestas lideradas por los generales Gregorio Luperón y José María Cabral que obligó a Báez, finalmente, a renunciar del proyecto de anexión, que cambió por el arrendamiento de la Bahía de Samaná.

Todo en la historia dominicana ha sido minuciosamente analizado, incluido el episodio denominado Independencia Efímera, pero siguen surgiendo ensayos y tratados, no siempre para revelar algo nuevo, sino para enfocar los hechos a la luz de los cambios de mentalidad de los intelectuales, que de manera periódica suelen pasarles causa a sus antecesores.

Estas notas proponen que dejemos de ver la Efímera como un suceso aislado y a la independencia dominicana como un hecho que tuvo lugar el 27 de febrero de 1844, cuando se produjo la separación. La independencia fue un proceso de 50 años.