La incontrolable hambre del encierro durante los días de aislamiento

La incontrolable hambre del encierro durante los días de aislamiento

La incontrolable hambre del encierro durante los días de aislamiento

Se debe estar atento a la relación con la comida para no incurrir en patrones no saludables.

SANTO DOMINGO.-“En estos días de confinamiento tenemos muchos retos, entre ellos: cuidarnos del coronavirus, cubrir las finanzas, lidiar con el estrés y la ansiedad, y sobrevivir a la nevera”.

Así se expresa la doctora Natalia Montero Cruz, Psiquiatra y Psicoterapeuta, en la Clínica Dr. Abel González, quién destaca que, cada día, es más frecuente escuchar a las personas quejarse de que están ganando peso, pues la cuarentena avanza y el deseo de comer se vuelve algo difícil de controlar.

Afirma que, en aislamiento, las personas pueden experimentar un aumento de peso, de 10 a 15 libras, debido a diversos factores.

Uno de los más importantes es “esa hambre que no viene del estómago y nos hace pensar en un alimento en particular, considerado delicioso; preferiblemente con harina, azúcar o frito”.

Este fenómeno está gestionado por el cerebro, pues este convierte ciertos alimentos en fuentes de gratificación inmediata.

“Esto ocurre porque para este órgano la comida no es nutrición y crecimiento. Para él, a parte de lo básico, es gratificación. Comer hace que se eleven los niveles de dopamina y actúen en los centros del placer”.

Debido a esto, indica Montero Cruz, las personas, cuando están ansiosas, comen más de lo normal para calmarse.

Agrega: “Es bueno estar atentos a nuestra relación con la comida para no incurrir en patrones no saludables, afectando la salud y subiendo esas libras difíciles de perder, que causan frustración o malestar”.

No salir, no ejercitarse, experimentar aburrimiento, más la ansiedad que causa lo que está pasando son factores que pueden trastornar la alimentación. Se recomienda comer cuando se tenga hambre metabólica.

“Puede ayudar cuestionarte: ¿realmente tengo hambre? En ese momento, conéctate con tu estómago y el te dirá si esa hambre es real o son sólo ansias de comer. Si el hambre que identificas es de tu cerebro, aléjate lentamente de la nevera y busca alguna actividad”, concluye.

Sacar del menú

— Evitar
Jugos y refrescos azucarados por su gran cantidad de kilocalorías, sustitúyelos por frutas de larga duración en la nevera como manzanas y cítricos, evita las muy maduras.

Actividades prácticas

—1— Planificar
Menú semanal o quincenal evita compras de comidas muy calóricas.
—2— Elección
Comidas de alto contenido proteico: carnes, huevos y legumbres.
—3— Mejor digestión
Comer productos ricos en fibras ayudan tu función intestinal y a saciarte.
—4— Rutina
Mantén la ingesta de 3 comidas y 2 meriendas.
—5— Probióticos
Utiliza yogurt con probióticos, pues ayudarán con tu salud intestinal.
6— Desahogo
Habla de tus emociones y reconoce que tienes miedo, a veces subestimamos el poder curativo de desahogarnos.
—7— Actividades
Alimenta tu cerebro haciendo actividades que te gustan: escuchar música, leer o ejercitarte.
—8— Hidratación
Toma mucha agua.
—9— Diversión
Juega con tus familiares y mascotas.
—10— Disciplina
Mantén los hábitos de sueño y alimentación.
—11— Teletrabajo
Hacerlo con horarios fijos y dándote tiempo para comer.



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