Aunque las tesis científicas surgidas frente al Covid-19 auspiciaban que con la supuesta inmunidad de rebaño la pandemia cedería, entrando el 2022 esta plaga se está convirtiendo en un tsunami con contagios masivos que no se sabe cuándo pararán.
La normalidad se convirtió en el convivir con la pandemia y reaccionar a sus ataques. Los más pesimistas vaticinan que esta sexta ola acabará con la poca libertad que queda en el planeta.
En República Dominicana ya se han superado los 6,000 casos diarios de contagiados, aumentados por la nueva variante, en Europa se pronostica que se contagiará más del 50% de la población y en Estados Unidos se esperan más de 60,000 muertos entre enero y febrero.
La presión por la vacunación y el endurecimiento de medidas parecen ser la respuesta a la solución del problema, pero las certezas son relativas porque la inmunización no ha parado los contagios y por la avalancha de estos los sistemas de salud están al riesgo del colapso. La misma Oorganización Mundial de la Salud ha reconocido la poca sostenibilidad de vacunas indefinidamente.
Las protestas masivas frente a la obligatoriedad de las vacunas y las restricciones se están sintiendo en muchos países de Europa. Los conflictos por las medidas contra la pandemia se siguen agudizando. La población se resiste a seguir confinada y los gobiernos manejan la disyuntiva de optar por la protección de la gente o de la economía frente a posibles cierres amparados en estados de emergencias.
Este año también el Covid-19 seguirá pasando factura en lo económico consumiendo recursos. Los pronósticos de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) para las economías de la región no son las mejores. El crecimiento será menos de lo esperado: no mayor a un 2.1%.
Frente al tsunami y la incertidumbre del Covid-19, el Gobierno, los partidos de oposición y toda la sociedad tenemos una responsabilidad. Esta adversidad debe seguir abriendo las puertas del diálogo, el consenso y la convicción de que juntos podemos superar la crisis y salir fortalecidos. Unidos siempre seremos más fuertes.