Necesitamos urgente una TRANSFORMACIÓN (con mayúsculas) de la sociedad dominicana.
Las clases dominantes han impuesto sus valores en todas las dimensiones de la vida nacional y local, en todos los escenarios de la institucionalidad oficial.
Como en cada Semana Santa y fiesta de carnaval resurge el mismo tema de autoridades municipales y nacionales rechazando la idiosincrasia del pueblo dominicano, y hasta emiten documentos institucionales que sólo “oficializan” su ignorancia sobre asuntos tan elementales, como el origen del pueblo dominicano.
Busquemos su explicación en una perspectiva ideológica, la enajenación de negros y mestizos que se asumen blancos y pobres que se creen ricos, por ejemplo.
La prohibición del gagá no es solo su tufo trujillista y anti haitiano buscando el voto conservador que se disputan hoy los tres partidos mayoritarios del sistema, es un auto deprecio que demanda un abordaje desde la perspectiva clínica.
Por otro lado se les ve el refajo de la doble moral: no quieren gagá porque es haitiano, como si no existiera un gagá dominicano (y no lo saben), pero celebran fiestas tradiciones gringas como noche de brujas y hasta tienen fotos familiares de celebraciones navideñas con pijama y gorro de lana, en una isla con temperatura de 30 grados…😂
El documento de El Seibo (en las redes) es solo un ejemplo de la combinación de ignorancia, intolerancia y alienación.
Urge una transformación política que nos facilite dar un salto de garrocha en la calidad de la democracia y eso pasa, por nuevas políticas educativas y del régimen de representación electoral que permiten tener autoridades que confunden ayuntamiento con alcaldía; cultura con espectáculo; fe con religión y cristianismo con católicos y “evangélicos”.
Necesitamos una TRANSFORMACIÓN para reducir la ignorancia e intolerancia oficial. Mientras tanto, la Junta Central Electoral debería exigir a las autoridades electas, como mínimo, la aprobación de un cursillo de Introducción a la historia dominicana y la de su municipio; el MAP (Ministerio de Administración Pública) impartirlo a las autoridades administrativas.
Esto, siendo optimista.