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La guerrera Dilma Rousseff cae de pie

RÍO DE JANEIRO. – Dilma Rousseff dijo que resistiría y lo hizo, aunque su sentencia estaba escrita. Desde el miércoles dejó de ser presidenta de Brasil para comenzar un exilio político que espera termine con el reconocimiento de la historia.

Su retrato pasará ahora a formar parte de forma precoz de la galería de presidentes del palacio de Planalto, al lado del de Lula, su antecesor y mentor político.

"No esperen de mí el silencio de los cobardes", lanzó Dilma seria y combativa, al encarar su defensa "con la cabeza erguida" ante los senadores que la juzgaron y condenaron.

Fue la misma cara desafiante con la que enfrentó un tribunal militar hace 46 años, cuando fue condenada por guerrillera. Una fotografía en blanco y negro es testimonio de aquellos tiempos oscuros, en los que fue torturada.

 “No desistan de la lucha. Escuchen bien- piensan que nos vencieron pero están engañados", dijo Dilma Rousseff ante una multitud de seguidores.

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