Con el aplomo que le caracteriza, el distinguido profesor e historiador Juan Daniel Balcácer afirmaba en los Coloquios de este medio, que “La Guerra Restauradora es considerada como la genuina y auténtica guerra independentista”, además, subrayó que es el fenómeno social, político y bélico de mayor trascendencia del siglo XIX en el país, el cual mostró la valentía de los dominicanos frente al poderío español
Diferimos del profesor Balcácer en su apreciación y al mismo tiempo la valoramos mucho, porque posiblemente, iniciaría un debate interesante entre los historiadores de nuestro país, que podría despertar interés del tema entre los dominicanos, de hecho, ya nos despertaron el interés
Entendemos que “La Guerra de la Restauración” fue la reconquista de la Independencia Nacional, ideada y capitaneada por Juan Pablo Duarte, sin ese hecho épico del único fundador de la patria, no hubiese existido la llamada “Restauración” de la soberanía nacional
El profesor Balcácer dice que la Restauración fue el hecho más importante en ese siglo, pues no fue así estimado profesor, El hecho de mayor trascendencia para los dominicanos en el siglo XIX fue la Independencia Nacional de 1844, porque fue la que nos dio un Estado-Nación, las que nos identificó políticamente como República Dominicana y fue el resumen del sentimiento que ya existía en años anteriores
Entendemos que el “Grito de Capotillo” es la marca con que sellamos la identidad de la dominicanidad, es el resurgir de los valores e ideales de aquellos hombres como Matías Ramón Mella, Francisco Sánchez del Rosario, Juan Isidro Pérez, Benito González, Felipe Alfau, entre otros, quienes nos legaron un digno ejemplo, y es donde se inicia lo que los historiadores llaman la segunda república
Es verdad que fue una lucha atroz la que se hizo, porque desde el mismo momento en que se inició la anexión en 1861, según nos narra Pedro María Archambault, se tramaba para restaurar la bandera tricolor de los dominicanos, acción que se logró en 1865
Sin embargo, la proclamación de independencia, fue una lucha diplomática, de inteligencia primero, pues inició en 1838 de manera formal, de preparación físico-bélico luego, y de armas a tomar después, es tanto así, que podemos decir, que inició en 1838 y culminó 1856
Hubo muchas batallas del 38 al 56 y todas fueron contra las tropas haitianas, que se negaban aceptar la idea de liberación de hombres y mujeres con una verdadera identidad republicana y espartana, que estaban dispuestos a defender ante cualquier movimiento levantisco
Por eso y por otras razones La Guerra Restauradora no es la auténtica guerra independentista. Otro punto oscuro, gris, opaco que tiene este capítulo histórico de 1861 a 1864 es que Ulises Francisco Espaillat, ideólogo y líder del movimiento restaurador, maltrató al patricio Juan Pablo Duarte, que vino al país a poner su experiencia en bandeja de oro y éste, Espaillat, celoso de la grandeza del patricio y aprovechando su investidura de presidente, lo sacó para Venezuela disque como embajador
@RamonLoraR