Dice la popular canción de Juan Luis Guerra: “Tira la palanca y endereza, que la guagua va en reversa”. Tal parece la situación con la reciente propuesta de modificación de la Ley 87-01 emanada de una comisión bicameral de nuestro congreso. La misma plantea una serie de recomendaciones de corte populista más en procura de simpatías y votos de quienes no saben cómo funciona un sistema de pensiones que un esfuerzo serio de inclusión de casi tres cuartas partes de la población trabajadora que aún carece de esta vital protección social.
La idea de retornar a un sistema de pensiones de reparto, o sea de aportes a un fondo común público de donde se pagarían las pensiones, es una aberración que atenta contra la realidad económica de las últimas décadas. En todos los países donde prevalece este sistema, afrontan serios inconvenientes financieros, incluyen la quiebra de algunos. En un mundo donde cada vez más pesa el trabajo informal y donde la población se encamina a un envejecimiento mayor gracias a los avances de la salud, esta propuesta es un dislate.
Increíble cómo un gobierno del actual PRM, surgido de las entrañas del otrora poderoso PRD, se aboque a destruir la obra cimera del entonces presidente Hipólito Mejía, a quien le caben los pantalones de lograr la creación del sistema de capitalización individual. Este sistema, lejos de ser perfecto, requiere de mejorías que aumenten las futuras pensiones, así como esfuerzos del Estado para que haya una mayor inclusión de los hoy excluidos.
A veces pienso que esta es la nueva forma de oposición política, en donde bajo el velo de supuestamente favorecer a la población trabajadora, se intenta destruir un gobierno. Atentar contra el ahorro nacional y cortar su crecimiento despojando a cada individuo de la propiedad de sus ahorros es, sin dudas, una acción de gran peligrosidad.
La prioridad tiene que ser cómo darle cobertura a los que no pueden costear sus pensiones e incluir a esa clase trabajadora informal que representa más de la mitad de la población trabajadora. Los esfuerzos tienen que encaminarse hacia un sistema de pensiones mejorado, no en poner la guagua en reversa.