La gratitud alimenta el cerebro

La gratitud alimenta el cerebro

La gratitud alimenta el cerebro

Dilenia Cruz

“La gratitud es una afirmación de la bondad; afirmamos que hay cosas buenas en el mundo, y que nosotros las recibimos”, dice Robert Emmons autor del libro Psicologia de la Gratitud.

Mientras que el científico neurológico Alex Korb, quien ha plasmado muchas de los aportes al tratamiento de la depresión mediante la gratitud en el libro La Espiral Ascendente (The Upward Spiral), asegura: “Pensar en cosas que agradeces te obliga a centrarte en aspectos positivos de tu vida.

Este simple acto incrementa la producción de serotonina en la corteza cingulada anterior”.

Practicar de manera consciente la gratitud no solo favorece la producción de dopamina y serotonina, sustancias fundamentales para combatir la depresión, sino que ayuda a la reprogramación del inconsciente y fija una nueva conciencia.

Cuando aplicamos la técnica aprendida la pasada semana “agradecer con detalle”, el por qué estamos agradecidos y cómo sería nuestra vida si no hubiésemos recibido el don que agradecemos en ese momento, el cerebro trabaja más consistentemente en la construcción de nuevas habilidades y destrezas.

No pierdas la oportunidad de mejorar tu salud física y mental, fortalecer los sentimientos de conexión, propósito y satisfacción en las relaciones personales y sociales.

Si sientes que necesitas un chispazo de energía; detente unos minutos y dentro de tu plan de acción para esta semana agrega: libreta, lápiz y unos minutos para reconocer lo que recibes y agradecelo. Las personas que una o varias veces por semana ponen por escrito sus sentimientos de gratitud experimentan mayor alegría, optimismo, entusiasmo, determinación y energía.

Esos minutos dedicados a pensar y reflexionar en porque agradecer te pueden traer mayor autoconocimiento, autoconciencia y autoestima; beneficios que estarán siempre contigo para un mejor presente.