La edad avanzada es un factor muy restrictivo en cualquier actividad deportiva, aunque antes se hayan alcanzado logros y proezas significativas que puedan colocar al atleta entre las grandes celebridades de una disciplina cualquiera, incluso la inmortalidad.
En los deportes como en cualquier otro renglón, los años no pasan en balde, y la inmensa mayoría de los actores de primer nivel, caen en innúmeras ocasiones en el ridículo, creyendo que todavía son poseedores de las mismas condiciones que exhibieron en sus mejores momentos.
Esa creencia de que las condiciones no merman a la velocidad del rayo cuando se avanza en la edad, ha sido la causa principal por lo que muchos atletas y otros protagonistas en diversas áreas,, son irrespetados hasta por aquellos que en alguna oportunidad los consideraron sus héroes indiscutibles.
De un caso similar podríamos ser testigos tras los resultados que arroje el próximo combate que sostendrá el filipino Manny Pacquiao (62-7-2, 39 KO’s), ante Errol Spence Jr., 11 años menos, el próximo 21 de agosto en Las Vegas.
Este boxeador que ha sido campeón, algo nunca visto en la historia, en ocho divisiones diferentes, se expone a ser víctima de una derrota como nunca antes la ha recibido.
Y las posibilidades son amplias en ese sentido, dado que Pacquiao, con 43 años de edad, se expondrá ante un rival con excelentes condiciones físicas y técnicas y un envidiable récord de (27-0-0, 21 KO’s.
En este mundo todo a veces, se tira al zafacón por dinero la gloria y el respeto, pero también a Paqcuiao le podría restar mucho en lo político, porque es un fuerte aspirante a la presidencia de , Filipinas, donde ya ostenta una senaduría.