La generación de cristal es una infancia que se percibe demasiado frágil

La generación de cristal es una infancia que se percibe demasiado frágil

La generación de cristal es una  infancia que se percibe demasiado frágil

Los niños de hoy, como los de ayer, con sus luces y sus sombras, merecen ser respetados y amados en todo momento.

SANTO DOMINGO.-¿Es esta la generación de niños más frágiles de todos los tiempos? A esta pregunta, seguramente muchas personas responderían con un absoluto sí. Sin embargo, valdría la pena profundizar un poco más en esta percepción social.

Si a esta altura no sabes cuál es la generación de “cristal”, la psicóloga clínica y psicopedagoga Cristal Cedeño nos explica que son los que nacieron después del año 2000, sin embargo, las diferencias de carácter entre los grupos obligó a reducir los períodos dejando esta etiqueta de «fragilidad» especialmente a los que nacieron a partir del año 2010.

Entre las características que adornan a esta generación es su fragilidad de carácter por la sobreprotección que han tenido, carencia de tolerancia ante la crítica y se frustran con mayor rapidez, en pocas palabras, se rompen cuando algo no sale como ellos quieren.

Necesitan adultos emocionalmente estables.

Contexto
Partiendo de esta premisa, Cedeño destaca: “Abrimos cualquier red social y nos sale un vídeo de un niño que hace una rabieta por horas y los padres solo lo miran y le dicen con voz calmada que estarán ahí hasta que esté listo para hablar.

Vamos por la calle y vemos a una niña hablándole en voz alta a sus padres mientras estos solo le dicen colocándose a su altura, que hay otras formas de expresarse mejor. Esto indigna a muchas personas porque creen que en sus tiempos nada de esto era así”.

La experta resalta que muchos consideran que, antes, mamá y papá hacían uso de su autoridad para hacer respetar sus reglas y el fin justificaba los medios. Sí, no importaba que les pegaran o dijeran palabras humillantes, porque lo más importante era respetar las reglas.

Desde el amor
Cedeño, quien labora en Cognitiva RD, explica que en las redes, cuando hay algún comportamiento de rebeldía de algún niño o adolescente y es increíble, se encuentra una cantidad de comentarios cargados de violencia, donde se incita a pegarle a los niños, incluso de maneras muy crueles.

Agrega: “Tenemos como sociedad aún, la idea arraigada de que uno crece como persona desde el dolor y no desde el amor”.

Refirió que el médico de familia británico Ronald Gibson citó la siguiente frase en una de sus conferencias: “Nuestra juventud gusta del lujo y es mal educada, no hace caso a las autoridades y no tiene el menor respeto por los de mayor edad. Nuestros hijos hoy son unos verdaderos tiranos.

Ellos no se ponen de pie cuando una persona anciana entra. Responden a sus padres y son simplemente malos”. Esta frase la dijo Sócrates (470-399 aC). O sea, queridos lectores, que esta mirada no viene de ahora.

La raíz del problema
Expresa: “Cada generación tiene sus retos. Hoy las familias trabajan más que nunca y dedican menos tiempo al hogar, no porque quieran sino por las circunstancias. Deberíamos entender con esto que nuestros niños están haciendo lo mejor que pueden, al igual que nosotros”.

Asegura que el amor no hace daño. Los niños necesitan adultos emocionalmente estables que puedan conectar con sus necesidades y responder a ellas de forma cálida y firme a la vez. Si le pegas, le enseñas violencia. Si le acompañas, le enseñas amor.