La palabra no a veces se verá con una connotación negativa, pero ciertamente un no a tiempo nos ahorra muchos sinsabores en nuestra vida.
Denota también nuestros límites, lo que entendemos es nuestro sentir en el momento y si lo decimos en el momento oportuno es como un ejercicio de coherencia. Ahora bien, si decimos sí queriendo decir no, ya sea por complacer o por creer que nos señalarán por ese no, nos estaremos yendo a muchos no a nosotros mismos, no a lo que sentimos, no a nuestro tiempo y hasta un no a nuestra paz.
Un no sentido es poder, es ejercicio de libertad, es coherencia, es autenticidad, es un hasta aquí.
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