SANTO DOMINGO.-Cuando, desde pequeño, se sueña con una profesión u oficio en particular, tejiendo ideas y anhelos ficticios, que de repente -con el paso de los años- se convierten en realidad, en muchos casos, estas aspiraciones se traducen a una trayectoria de éxito.
El secreto está en que esa meta representa la constancia, dedicación y el sacrificio de un ser humano que apostó a cumplirla desde pequeño.
Muchos desde la niñez dejan ver sus gustos e inclinaciones y aunque no todos terminan haciendo lo que siempre dijeron, otros se hacen cómplices de sus sueños recogiendo el fruto de lo que han sembrado.
Wilfredo Peña, un joven emprendedor que siempre soñó con el color, el sabor y la frescura de la pastelería, es un fiel ejemplo de que cuando se quiere se puede, a pesar de los obstáculos y desafíos que se presenten en el camino.
Formador innato
Peña los está viendo cumplir, haciendo camino al andar, ya que se ha involucrado de tal manera con la repostería, que actualmente imparte seminarios llevando a estudiantes, profesores, amas de casas y profesionales técnicas sobre diseños basados en creatividad y prácticas que le facilitan dicha técnica.
Características como la entrega, el compromiso y la creatividad definen su personalidad, al destacar que desde niño tuvo una marcada inclinación hacia la repostería trabajando cada día con disciplina para lograrlo. En este sentido, manifiesta que coleccionaba recetas que salían en las portadas de revistas y los periódicos y fue fascinante porque siempre las ponía en práctica.
Ese era mi mejor pasatiempo”.
El emprendedor explica que realizó su primer curso de pastelería en la escuela María Trinidad Sánchez, donde descubrió que esa era su real vocación.
Desde sus inicios se inclinó hacia la decoración de bizcochos para bodas, luego impartía clases en Pastelísimo Pastel.
Una de sus maestras, la más destacada chef en temas de dulces y sus creaciones, doña Miriam de Gautreaux, lo cataloga como un fajador y creador incansable.
El multiplicador
Wilfredo celebró recientemente su segundo seminario pastelero, compartiendo con su colega Dedé Bakery las últimas novedades en decoración de bizcochos, ya que están conscientes que la nueva generación necesita apoyo y formación.
Concluyó: “Siempre tuve una perspectiva sobre la gastronomía y me daba inquietud no saber dónde comprar esos postres famosos que escuchaba hacían pasteleros reconocidos o leía en los portales de gastronomía y turismo y me propuse hacer postres criollos enfocados en que trascendieran tanto a nivel nacional como internacional”.