SANTO DOMINGO.-Durante años, muchos trompetistas dominicanos han tenido que dejar esta carrera debido a que han perdido el labio superior por una forma inadecuada de utilizar el instrumento.
Crispín Fernández, saxofonista y uno de los más prolíficos músicos de los últimos tiempos, conoce cómo muchos colegas suyos han quedado con el labio superior inhabilitado y los profesores de música no enseñan la forma adecuada de tocar y evitar daños permanentes a una nueva generación de trompetistas.
Aunque no es trompetista, Crispín posee las técnicas para orientar a los músicos ya establecidos y los que se están formando, a fin de que puedan utilizar el instrumento sin daños físicos.
“Resulta que la trompeta es un instrumento que necesita de una especialidad, ya que un primer trompeta debe tocar un registro muy alto, que es el agudo, por lo que tiene que hacer un esfuerzo muy grande. Esto no pasa con los que tocan segunda y tercera trompeta”, precisó Crispín Fernández.
Desconocen el método
La mayoría de los músicos desconocen la forma correcta de tocar y con el tiempo quedan inhabilitados, porque el labio inferior, en algunos casos, hasta lo pierden, debido a la gran presión que ejercen sobre su boca al tocar el instrumento.
Esto se agrava cuando tienen que tocar entre 20, 30 y más fiestas en diciembre, muchos salen sangrando para el médico.
“Yo conozco músicos que ya no pueden tocar una primera trompeta, porque perdieron la sensibilidad en el labio superior y otros casos más extremos de músicos que perdieron esa parte del labio y se les hace imposible tocar. No menciono sus nombres por respeto a ellos”, expresó.
Trompetistas como Elías Santana y Rodhen Santos recomiendan este sistema porque entienden ayudan al músico a mantenerse tocando todo el tiempo.
También algunos saxofonistas tienden a herirse el labio, pero el inferior, tras tocar inadecuedamente.
—1— Educador
El trompetista Elías Santana lleva más de 40 años tocando, pero conoce bien el mecanismo y se lo enseña a otros.
—2— Implantes
Algunos músicos han tenido que ser operados del labio superior e inplantarles tejidos de otras partes del cuerpo en la boca tras haberse destruido esa parte.