La falta de supervisión en las construcciones de obras públicas y privadas con el objetivo de que se hagan de acuerdo a su diseño y a las normas establecidas, tales como fueron aprobadas sus respectivas permisologías, que podrían causar graves daños.
En el caso de los edificios coloniales y lugares históricos, la Dirección Nacional de Patrimonio Monumental (DNPM), dependencia del Ministerio de Cultura, es la encargada de dar los permisos de no objeción a través de su oficina de tramitación de proyectos.
Hay que aclarar que no obstante se obtenga esa no objeción, esos proyectos deben tener para su ejecución los permisos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de Evaluación de Impacto Ambiental, de tramitación de Planos del Ministerio de la Vivienda, Hábitat y Edificaciones (MIVHED) y el derecho de uso de suelos que otorgan las Alcaldías.
En tal sentido la DNPM no tiene facultad de ordenar el inicio de un proyecto por el hecho de haberle otorgado una no objeción, para tales fines la construcción, en este caso el hotel que se construye al lado del Codia que produjo un derrumbe parcial de sus instalaciones debió tener sus respectivas licencias de construcción.
La sede del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) está ubicada en la calle Padre Bellini No. 58 de la Zona Colonial de la Ciudad de Santo Domingo, la cual fue declarada Patrimonio de la Humanidad, con el nombre de Ciudad colonial de Santo Domingo, el 9 de diciembre del año 1990, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO).
Del conjunto de edificaciones coloniales importantes situadas en esta emblemática vía de la Padre Billini, la casa que aloja las oficinas centrales del Codia, ubicada por el al lado oeste la casa de Tostado y al lado este, por lo que fue la casa Cochón Calvo, mejor conocida por la licorera Siboney.
El pasado viernes 10 del corriente mes de junio 2022, precisamente en el proceso de la excavación para la construcción de un hotel en los terrenos contiguos al Codia, donde estaba Siboney, faltando algunos minutos para las 10 de la noche se produjo el derrumbe parcial de las edificaciones del Codia, en el área del emblemático salón de Eventos y Conferencias, Agrimensor Don Julio Ravelo de la Fuente, quien fue el primer presidente fundador del primer colegio profesional de la República Dominicana, el Codia.
Es importante destacar que el presidente del Codia, Ing. Dolores Núñez, había hecho esfuerzos extraordinarios con los constructores de ese hotel y había advertido el peligro que representaban esas excavaciones por las ondas de las vibraciones y que esas excavaciones estaban comprometiendo la resistencia de la estructura del Codia, dado que esas excavaciones habían socavado por debajo de la zapata del área del derrumbe que finalmente ocurrió.
Hay que aclarar que hubo una reunión en su oficina el jueves 9, un día antes del colapso con representantes de la empresa que construye el inmueble y estos garantizaron que tenían el protocolo para tales ejecuciones.
El Ing, Dolores Núñez me informó que le solicitó los permisos para esta construcción y nunca fueron entregados. ¿Entonces, sí tiene los permisos porque no lo entregaron?.
En este país las construcciones ilegales las vemos por todas partes, sin que ninguna autoridad gubernamental haga nada.
Aclarando que el Codia no tiene facultad de ley para paralizar una obra ilegal, solo puede sugerirles a los organismos correspondientes de las instituciones estatales.
Esta edificación hay que preservarla con una restauración que debe ser autorizada y fiscalizada por la Patrimonio Cultural, previo a los correspondientes estudios a los que debe someterse la estructura del edificio en sentido general, tales como: Un estudio de vulnerabilidad, un estudio de resistividad eléctrica de los suelos para detectar su resistencia y posibles cavernas, hay que realizar una inspección y evaluación en los muros con Métodos NDT para escaneo e imágenes de concreto y sacar testigos para analizar la oxidación de los aceros y que tanto la sección ha disminuido, entre otros posible estudios, con la idea de restaurar este inmueble.
Esta construcción de la casa del Codia tiene un gran valor histórico, su origen data del 1502 con la llegada de Fray Nicolás de Ovando y sus acompañantes, entre ellos Francisco de Tostado con todas sus familias, quienes emitieron declaraciones para apoderarse de los solares en el lugar de mayor importancia de la zona, donde construyeron bohíos, y posteriormente se convirtió en una cadena de casas de piedras para alquileres, donde vivían las familias más importantes, también gobernantes y oficiales reales en la época de la colonia.
Esta casa fue residencia de dos presidentes de la República, Buenaventura Báez, lo mismo que Ignacio M. González en 1794. De 1869 a 1870 operó el primer Banco del país, el Banco de Santo Domingo. Por muchos años estuvo la Casa de España, los cuales le vendieron esta propiedad al Codia.