Santo Domingo.-La falta de acceso a agua potable y saneamiento adecuado tiene graves repercusiones en la salud pública, ya que las enfermedades diarreicas, derivadas de por la situación, siguen siendo una de las principales causas de mortalidad infantil.
Las enfermedades vectoriales relacionadas con el agua, el saneamiento y la higiene incluyen el dengue, enfermedades arbovirales y filariasis linfática, transmitidas por mosquitos como Aedes y Culex, así como esquistosomiasis, que involucra caracoles, señala el informe Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave).
Y es que las condiciones urbanas con servicios de agua y saneamiento deficientes permiten la proliferación de mosquitos en depósitos de agua, así como por las inundaciones cuando ocurren fenómenos atmosféricos, por lo que se vuelve vital mantener espacios descacharrizadosa para prevenir enfermedades por vectores.
En el boletín se explica que según la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (ENHOGAR 2022) un 46.3% de los hogares reporta recibir el servicio de agua potable de dos a tres días por semana; aproximadamente el 13.5% carece de acceso a agua potable, mientras que un 18.9% no cuenta con servicios adecuados de disposición de excretas.
Además, menos de un 20% de las aguas residuales recibe el tratamiento adecuado.
Reto país
“El acceso al agua potable y al saneamiento es uno de los mayores retos en República Dominicana, donde el “Pacto Nacional por el Agua 2021-2036” establece un presupuesto estimado de 8,500 millones de dólares para asegurar un suministro universal y sostenible, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, detalla informe.
En ese sentido, el Estado se comprometió a alcanzar 100% de cobertura en calidad y acceso a estos servicios mediante construcción de nuevos acueductos, ampliación de redes de agua potable y mejora de sistemas de alcantarillado. También se implementan programas de reforestación.
Identificar áreas
— Vigilancia
El Ministerio de Salud Pública juega un papel crucial en la promoción de la salud, especialmente en lo que respecta al monitoreo continuo de la calidad del agua y del estado de los servicios de saneamiento, que permite identificar áreas críticas.